Canal cero
Guillermo Rodríguez Lara y su centenario
Doctor en Historia de la Universidad de Oxford y en Educación de la PUCE. Rector fundador y ahora profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. Presidente del Colegio de América sede Latinoamericana.
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En 1972, los militares derrocaron a José María Velasco Ibarra y se inició la dictadura de Guillermo Rodríguez Lara, el "general Bombita", que presidió el Gobierno Revolucionario Nacionalista de las Fuerzas Armadas.
Un régimen que marcó un hito en la transformación del Estado a partir de un conjunto de reformas que tuvieron un impacto perdurable en el país.
El gobierno de Rodríguez Lara comenzó en el momento en que se abría un auge económico sin precedentes. La exportación petrolera se inició en una coyuntura internacional de elevación sostenida de los precios de los hidrocarburos. El Ecuador ingresó a la OPEP e impulsó el control estatal de la explotación y comercialización petrolera.
El Estado tuvo más recursos económicos que nunca. Fueron dedicados fundamentalmente al robustecimiento y modernización del Estado y el aparato productivo.
El gobierno tuvo iniciativas progresistas, especialmente en su política internacional, y defendió la soberanía del país sobre sus recursos naturales.
Tomó medidas favorables a la industria, como suspensión de ciertas importaciones, incremento del crédito y grandes obras de infraestructura. Aceleró la reforma agraria y el fomento agropecuario. Creó empresas estatales, para almacenamiento y comercialización.
Respaldó la integración andina. Con errores y limitaciones, fue un buen gobierno en el que hay que destacar su austeridad y honradez, reconocidas ampliamente en el país y en el exterior.
En 1975 el auge terminaba y se produjo un crecido déficit fiscal. Las fuerzas políticas presionaban por el retorno al régimen constitucional.
El gobierno subió los impuestos a las importaciones no esenciales para nivelar el déficit y favorecer a la industria. Esto provocó reacción de las cámaras de la producción.
El 1 de septiembre, un grupo de militares intentó derrocar a Rodríguez, que logró mantenerse. Las organizaciones laborales realizaron una huelga general unitaria por alza salarial y el cumplimiento de las ofertas reformistas.
Hubo movilizaciones campesinas por la reforma agraria. Pero Rodríguez no se apoyó en la movilización popular. En enero de 1976 fue reemplazado por otra dictadura militar.
El "general Bombita" salió del Palacio de Gobierno con honores militares y se fue a su nativa Pujilí a celebrar su cumpleaños bailando con una banda de pueblo en su hacienda. Se quedó en el país sin que nadie lo acusara de corrupto ni genocida, como otros militares que gobernaron en América Latina esos años.
Este 4 de noviembre el general cumple cien años. Es recordado como un gran militar y un buen gobernante.
Por ello resultará interesante la lectura del libro 'Guillermo Rodríguez Lara: Testimonio de vida y del nacionalismo revolucionario, Entrevista con Enrique Ayala Mora', editado por la Universidad Andina Simón Bolívar y la Corporación Editora Nacional.
Presenta los rasgos más destacados de la vida, la obra y el gobierno del militar más destacado del país en la segunda mitad del siglo XX, desde sus propias palabras.