Al aire libre
Haga lo imposible, presidente Noboa
Comunicadora, escritora y periodista. Corredora de maratón y ultramaratón. Autora del libro La Cinta Invisible, 5 Hábitos para Romperla.
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Haga lo imposible, presidente Noboa. Es lo que le pedimos todos con esperanza y uniendo fuerzas. Y es lo que le exigen algunos sabidos que, si estuvieran en ese puesto, ya los viera: puro lloro y pataleta.
Que dependiera solo de una persona. Pero no, depende de todo un equipo y de todos nosotros.
Hace un mes, Sebastián 'Zuco' Carrasco logró lo imposible. Subir El Capitán, en Yosemite, California. Casi 900 metros de pura roca vertical.
No lo hizo solo, tenía a nueve ecuatorianos, seis hombres y tres mujeres, que alistaron sus cuerdas, subieron su colchón para dormir, su abastecimiento. Otros lo cargaron en las rocas hasta el punto de ascenso y fueron trepando con él.
"Agradezco de corazón que me mimaran en la pared y que tuvieran que abrazarme para ayudarme a superar el frío, darme de comer a veces en la boca, darme ánimo cuando sentía que no podía más y por ayudarme a vestirme", escribe Sebastián en su perfil de Instagram.
Tomó siete días en la pared y muchísimo esfuerzo lograr que el equipo llegue a la cumbre junto a Sebastián "quien, a pesar de tener una discapacidad física, logro escalar utilizando solo sus brazos".
Algo así me imagino que está por vivir el nuevo Presidente de Ecuador. Los ministros elegidos son jóvenes y eso es bueno porque no están contaminados, piensan distinto, "fuera de la caja".
Para superar la parte de experiencia, seguro van a llevar asesores duchos que los ayuden a sortear las intrigas politiqueras, a "pagar piso" y a avanzar rápidamente.
Se necesita practicar antes de practicar, dice el escritor y académico Mark Nepo.
Los aprendices están para eso. Ven a sus maestros que muchas veces son su papá y su mamá y aprenden un oficio.
En Japón, añade Nepo, el aprendiz debe mirar al maestro ceramista por años antes de meter las manos en la arcilla. En Hawái, debe ver el mar desde el acantilado, antes de siquiera topar un bote.
En África los niños pueden tocar el tambor una vez que han acariciado la piel del instrumento y soñado con el animal cuyo corazón les guiará en el ritmo.
En Viena deben conocer al constructor de pianos antes de tocar una escala y, una leyenda suiza dice que el maestro relojero antes de palpar los diminutos mecanismos del reloj debe sentarse largamente hasta sentir el paso del tiempo.
Seguramente los nuevos ministros son más que aprendices, y se espera que tendrán la humildad para aprender, “camellar” duro y resistir.
Preguntaron a Pablo Casals, legendario chelista, a los 92 años, por qué seguía practicando cuatro horas diarias. Él sonrió y contestó, "porque yo creo que estoy progresando".
¿Qué podemos hacer como ciudadanos? Aceptar un cargo público es de valientes porque el trabajo puede ser de 15 horas diarias o más cuando se cumple a conciencia.
Es una conscripción. Quienes hemos trabajado ahí dentro sabemos de qué se trata.
En la presidencia de Gustavo Noboa Bejarano trabajé en un proyecto de gobernabilidad con el sector indígena. Madrugaba para llegar al Centro Histórico a las 07:00 y salía 21:00 o 22:00.
Fue un empleo duro, complejo, pero enriquecedor porque aprendí en cuatro meses lo que no se aprende en años en el sector privado.
Desde entonces respeto a los que aceptan subirse a esa rueda moscovita. Lo mejor y que queda en mi hoja de vida es que trabajé directamente para un gran jefe: mi país.
¿Qué más podemos hacer como ciudadanos? Evitar las críticas destructivas, no descalificar, no leer ni responder los comentarios mal intencionados de X, seguir a periodistas y medios de comunicación objetivos y probados.
Compartir noticias anónimas o falsas es antipatriótico porque genera una corriente tóxica que daña al Ecuador.
Como ciudadanos trabajemos con honradez cada día. Apoyemos al nuevo equipo a subir a la cumbre cargando al Ecuador en hombros. Logremos ese imposible.