El Implacable VAR
¿El fútbol femenino es más aburrido que el masculino?
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
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La periodista Adriana Noboa lanzó un tuit deliciosamente malvado, a propósito del Mundial de Fútbol de Mujeres que se juega en Oceanía. Ella dijo que, si un varón afirma que le gusta el fútbol, pero se aburre al ver jugar mujeres, entonces lo que en realidad le gusta a este señor es... ¡Ver hombres!
Como diría Malcolm, no encuentro fallas en su lógica. El fútbol se juega con las mismas reglas para todos y, tanto jugadores como jugadoras, están en capacidad de gambetear, meter goles olímpicos y cobrar penales a lo Panenka. Incluso, de caerse a golpes y cometer actos cuestionables, propios de la intensidad y las ganas de ganar.
Lo aburrido que puede resultar un partido para el espectador no depende del sexo, sino del desarrollo del cotejo. Si somos sinceros, el reciente partido entre las seleccionadas de Alemania y Colombia estuvo más emocionante que, por lo menos, la mitad de los compromisos de la LigaPro de Ecuador.
Es más, hoy el fútbol masculino está seriamente amenazado por actividades más divertidas para los jóvenes, como los videojuegos en múltiples pantallas, las maratones de series vía streaming y las fiestas. El fútbol, globalmente, lucha contra la fama de aburrido.
Pero me permito hacer una pequeña, pero fundamental diferencia con respecto al fútbol entre damas y caballeros: no representan lo mismo. Aún no. Son diferentes, no por las capacidades de jugarlo, sino por el simbolismo que transmiten los clubes o los seleccionados masculinos en relación con los femeninos.
Los jugadores varones (los deportistas, en general) han reemplazado a los soldados de antaño. Ellos son ahora los héroes de la Patria, los elegidos que conquistan la gloria para sus pueblos, sus ciudades o sus instituciones. Y los soldados siempre han sido mayoritariamente hombres.
Las mujeres se han incorporado recientemente a esta juego de representaciones del deporte, sobre todo en el fútbol. Así que tardará algo de tiempo para que la mayoría de los varones le den la misma importancia simbólica al equipo femenino de su club o su país. Esos varones aún son una minoría.
Por supuesto, el fútbol femenino sí está generando una representación propia e inspira a niñas de todo el mundo a luchar por sus derechos. Pero aún no existe alguien como Maradona a quien, pese a que fue nocivo y repleto de defectos personales, se le levantó un altar en Argentina por 'vengar' a los caídos en las Malvinas.
Una manera de acelerar ese proceso sería que las autoridades traten con respeto al fútbol femenino para que esa actitud contagie a la afición. Pero el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que se jactaba de haber presenciado todos los cotejos del Mundial de Qatar, apenas si mira los partidos del actual Mundial femenino.
Tristemente, estos dirigentes calzan en otro meme de Malcolm: no se espera nada de ellos, pero de todos modos logran decepcionarnos a todos.