El Implacable VAR
Le dicen Copa 'Turramericana', ¡pero se mueren por ganar una!
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
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La campaña de Liga de Quito en la Copa Sudamericana 2023 tiene a gran parte de los aficionados de Guayaquil con un cruce de sentimientos. Claro, está la patriótica alegría de que un equipo de Ecuador ha representado bien al fútbol del país. Eso ayuda a sostener que el balompié ecuatoriano, hoy, solo está por debajo de Brasil y Argentina.
Pero, también está la melancolía que genera no exhibir ni un solo trofeo internacional en las vitrinas de Barcelona o Emelec. Y dentro de esta desazón, existe un grupo extremista que desprecia a la Copa Sudamericana, a la que denomina Copa 'Turramericana'.
Está bien. A fin de cuentas, la Copa Sudamericana y también la Libertadores son trofeos para los clubes y no los países. Los de River no festejan cuando Boca es campeón, y viceversa. Es legítimo, por lo tanto, que un hincha amarillo o azul no se alegre del éxito internacional de Liga o Independiente del Valle.
Y también es lógico que, incluso, esos hinchas hagan fuerza para que Liga se derrumbe ante Defensa y Justicia. Ahora, unos cuantos pondrán velitas a la Virgen de los Partidos Desastrosos para que los guantes de Alexander Domínguez estén enmantequillados.
Sin embargo, lo realmente productivo sería encauzar toda esa energía generada por la envidia hacia una meta certera: conseguir ese ansiado trofeo internacional. No se saca nada desvalorizando a la Sudamericana, cuando, la triste realidad, es que esa competencia es la que mejor se ajusta al peso y calidad del fútbol ecuatoriano.
Tras las reformas a la Libertadores, ahora, es extremadamente difícil que equipos por fuera de Brasil o Argentina sean campeones. Para llegar a la final y tumbarlos, habría que invertir mucho dinero y eso, lamentablemente, escasea.
Por eso, la Sudamericana es, objetivamente, el verdadero territorio de conquista para los clubes de Ecuador. Así que, en lugar de desairarla, mejor aprendamos a ganarla. Y no lo neguemos: por más 'turra' que les parezca, ¡bien que se mueren por tenerla!