Con Criterio Liberal
Frente a tanto censor, defendamos la libertad de expresión de todos
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
Actualizada:
Tras los lamentables sucesos en El Capitolio de Washington (algo de lo que tendremos que seguir hablando) casi todas las redes sociales han decidido eliminar la cuenta de Donald Trump, abriendo un muy interesante debate sobre la libertad de expresión y la censura, que llevamos años posponiendo.
Creo que lo que está en juego es algo mucho más profundo, y es nuestro concepto de verdad o de lo tolerable.
"La verdad se defiende sola", dice el maestro Antonio Escohotado; resplandece, no requiere de callar a quien miente, sino de presentar argumentos, contraponer. El hecho de impedir a alguien decir algo no es defender 'la verdad', es evitar que se pueda buscar.
Las sociedades plurales han de practicar la tolerancia, que no significa que nos guste lo que los demás digan o hagan, sino el respeto de su derecho a decirlo o a hacerlo. Intentar impedir que alguien diga algo es la mentalidad del censor que, además, tiene el efecto contrario: hacer más atractiva esa idea como 'revolucionaria'.
El límite es la ley, las sociedades civilizadas nos hemos dado garantías. Solo se puede hacer cuando una ley previa y clara lo establece, y lo determina un juez autorizado, con audiencia y contraposición de pruebas. Eso es muy distinto a lo que vivimos ahora. Que son procesos arbitrarios, sin explicación, de empresas sin procedimiento conocido.
Sí creo que cada plataforma tiene derecho a decidir el uso que se hace de ella, pero creo que una sociedad plural, donde se respeta la libertad de expresión al máximo, donde distintas opiniones tienen cabida en el mismo espacio, y se pueden contraponer y argumentar, es una sociedad mucho mejor, más democrática y con una relación con 'la verdad' mucho más sana, que aquellas que quieren impedir que ciertas opiniones se digan; porque lo que es 'intolerable' o 'inadmisible' para unos hoy, lo puede ser para otros mañana... y siempre perdemos todos.
Que algo sea legal no quiere decir que sea moral o deseable. Y creo que lo que hacen las plataformas no es más que lo que reclama gran parte de nuestras sociedades, que frente a toda la retórica sobre 'pluralidad' cada vez son más incapaces de escuchar opiniones distintas, y así llevamos años con la 'cultura de la cancelación' de aquellos que decían lo que a los nuevos defensores de la nueva moral no les parecía que se debía decir.
Desde la universidad hasta los espacios de expresión artística, ahora pasando por las redes sociales, cada vez hay menos tolerancia y respeto por la opinión de los demás.
Es importante que como sociedad, más allá del Estado, más allá de las grandes plataformas digitales actuando en conjunto, defendamos la libertad de expresión de todos, especialmente de quien diga cosas que no nos gustan o que no nos parecen correctas.