Con Criterio Liberal
FMI no es ni la causa, ni la solución de los problemas de Ecuador
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Se ha anunciado el acuerdo entre el FMI y el Gobierno de Ecuador, por el que el organismo internacional se compromete a hacer préstamos al país por valor de USD 6.500 millones, y el Gobierno a hacer una serie de reformas, entre las que se incluye la subida del IVA, lo que ha provocado la indignación de muchos.
La realidad es que el FMI sirve como chivo expiatorio y por tanto como excusa idónea para no asumir la responsabilidad sobre la situación de la economía ecuatoriana; ni por parte de sus políticos que no quieren afrontar las reformas, ni los ciudadanos que no quieren reconocer las consecuencias de sus elecciones.
Los USD 6.500 millones comprometidos por el FMI no serán la solución a los problemas económicos del Ecuador, que son mucho más profundos. Podrían ser, en el mejor de los casos, un buen incentivo para mejorar.
Ecuador requiere de reformas estructurales, pero no porque tal o cual “experto” (con lo devaluado que está este término en este 2020) lo diga. Las requiere porque los ecuatorianos las reclaman.
Con una economía estancada desde el 2014, y este 2020 en debacle, con más de un 80% de los ecuatorianos sin empleo “adecuado” (no me cansaré de repetir este dato en esta columna pues es el auténtico drama de millones de familias ecuatorianas), con problemas de corrupción, de ausencia de inversión extranjera o creación de empresas en el país.
Es clamoroso que se necesitan reformas, algunas de las cuales como las que se han acordado con el FMI, que pasan por transparencia en el gasto público o en la contabilidad de la deuda pública.
En febrero habrá nuevas elecciones, y será elegido un nuevo gobierno que será tan soberano como el actual, y por tanto podrá continuar con este acuerdo o no, realizar las reformas comprometidas o no.
Pero si sale electo alguno de los candidatos posicionados, como Aráuz o Pérez, que tan solo gritan consignas contra el FMI y los prestamistas internacionales, sin proponer absolutamente nada ni factible ni lógico, ni con sentido económico, ni siquiera contable sobre qué hacer ante la grave situación del Ecuador.
Entonces este acuerdo será papel mojado (como ya lo fueron otros muchos acuerdos comprometidos entre el FMI y Ecuador), y la situación del Ecuador empeorará aún más, pero no por culpa del FMI, sino por la irresponsabilidad de sus gobernantes, que serán elegidos por la responsabilidad de sus ciudadanos.