El Implacable VAR
La FIFA está loca: destruye el Mundial y se burla de Sudamérica
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
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Nunca fueron demasiado cuerdos. Los dirigentes de la FIFA jamás han sido del todo coherentes, sensatos y aterrizados. Pero, eso de inventarse una Copa del Mundo en tres continentes, ya es el colmo. La FIFA, entontecida por el dinero, está destruyendo el Mundial.
Ni el sinvergüenza de Joseph Blatter, en sus sueños más delirantes en los que se imaginaba nadando en una piscina de billetes de cien dólares, pensó en un torneo en que se debía programar más de cien partidos, repartidos en seis países.
Es una auténtica locura que desvirtúa el sentido de una Copa del Mundo, que es un torneo corto, selecto y, por eso mismo, apasionante y único. Y es imposible que nadie en la FIFA le diga a Gianni Infantino, el mandamás y heredero de Blatter, que está acabando con el Mundial.
La FIFA: ¿Mundial o Festival?
En realidad, el Mundial, tal como lo conocimos hasta hace poco, se terminó desde que México, Estados Unidos y Canadá ganaron en conjunto la sede del Mundial de 2026.
Tener a 48 equipos recorriendo tres naciones transforma a la Copa del Mundo en un festival, parecido a los de cine, donde hay mucho para ver, pero es imposible mirarlo todo.
Prácticamente, los primeros cotejos, o sea, la mitad, serán como una prolongación de las eliminatorias en cancha neutral. Y las mismas eliminatorias se han vuelto casi irrelevantes, porque se clasifican muchos. Qué idea tan propia de tontivanos y mamacallos.
Pero lo que la FIFA ha hecho con el Mundial del 2030 no tiene perdón ni de Dios. Darle la sede a España, Marruecos y Portugal no es problema; pero meter partidos, uno en Argentina, otro en Uruguay y otro en Paraguay, como dizque homenaje a América del Sur, es irrespetuoso a la historia futbolística de nuestra región.
Pero está bien. De todos modos, Sudamérica está de bajada en términos económicos y es imposible que se pueda organizar aquí un evento como lo hicieron Qatar o Rusia. Para eso hay que tener dinero y/o ser dictador.
Lo nauseabundo es que, con esa maniobra, la FIFA descarta a América del Sur como sede del Mundial (o del Festival) de 2034, pare dejárselo servido a Arabia Saudita, que era el verdadero objetivo. Infantino también, al parecer, se imagina buceando de lo lindo en esa piscina de billetes.
Y da más pena que los dirigentes de la Conmebol lo festejen y se sientan felices de que les han visto la cara de papamoscas. En lugar de negarse y abandonar la sala, se quedaron como las mascotas a las que se les tranquiliza con galletitas. Qué desazón.