Falta inversión frente a la amenaza del Fenómeno de El Niño
Graduado de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia, socio de la firma ecuatoriana de estrategia y finanzas corporativas Ahead Partners, exasesor McKinsey and Company y ex VM de Comercio Exterior.
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De ocurrir un Fenómeno del Niño en 2023 y 2024 se manifestaría con desbordamiento de ríos e inundaciones repentinas, lo que provocaría daños en las viviendas, la infraestructura pública y las actividades económicas.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología estima que, en ese escenario, las lluvias serían el doble de las que hemos sufrido en este invierno. Por lo que vemos con alivio la declaración de alerta amarilla en varios cantones.
El Fenómeno de El Niño afectó mucho hasta la cota 1.500 lo que representaría unos 6.000 kilómetros de vías. También hay que considerar asuntos como la protección de puentes y el mantenimiento de drenajes.
Recordemos que las pérdidas asociadas con El Niño en 1997-1998 se han estimado en USD 2.882 millones, casi 10% de la economía de ese periodo, de los cuales un 29% se consideran daños directos y 71%, indirectos.
Por el calentamiento global, estos fenómenos climáticos extremos tienen mayor energía e intensidad. Una señal de ello es el prematuro florecimiento de los cerezos en Kioto.
Tenemos que invertir más, como lo decía el economista Fausto Ortiz en su última columna: "Hay cuatro ministerios que, en conjunto, tienen aprobados más de USD 1.000 millones de Inversión".
Citando la misma columna sabemos que "los Ministerios de Transporte y Educación han ejecutado en promedio el 16,5% de su Plan Anual de Inversiones (PAI); Salud y Defensa por debajo del 6%".
Sería bueno también que algunas autoridades provinciales prioricen la prevención.
La semana anterior fue tan fuerte el calor en la Costa que la demanda de electricidad alcanzó un nivel récord, causando problemas en los transformadores.
En una nota optimista, los precios de los fertilizantes tipo MOP, Urea y DAP están volviendo a los niveles de 2021, después de la gran alza de 2022 por la invasión de Ucrania. Sin embargo, siguen por encima de los precios prepandemia.
Según World of Statistics, la subida de la inflación de los alimentos continúa en algunos países, por ejemplo, el precio de los aceites de oliva y de soja siguen subiendo.
Lastimosamente, la inflación se ceba con nuestra región: su tasa duplica la media mundial, especialmente en Argentina, Venezuela, Surinam, y Haití.
Sin la inflación de esos países, según cálculos de la Universidad Torcuato Di Tella, la media de inflación de Latinoamérica disminuiría a 11,8%.
Estos hechos muestran que debería haber una mayor demanda global de alimentos y esto tendría que impulsar las exportaciones de productos como camarón, banano, atún, plátano, cacao, café y otros.
También ayuda que China creció 4,5% el primer trimestre de 2023. Esto pese al deterioro económico en Estados Unidos y la Unión Europea, lo que mantiene a la baja el precio internacional del petróleo.
Noticias de Negocios:
Me comentaba un lector que la estrategia y la ejecución de la misma juegan un rol en la creación de valor.
Por ejemplo, Twitter en 2007 valía USD 5 millones, para en 2010 su valor había aumentado a USD 3.600 millones, para 2017 ya eran USD 17.000 millones.
Cuando Elon Musk compró Twitter su valor era de USD 44.000 millones, pero ahora el mismo Musk la valora en USD 20.000 millones.
Sobre la Inteligencia Artificial (IA), Christopher Pissarides, profesor de la London School of Economics dice: "Soy muy optimista en cuanto a que podríamos aumentar la productividad… Podríamos pasar a una semana (laboral) de cuatro días".
Las ganancias de tres títulos valores relacionados con IA en 2023 han subido espectacularmente: Nvidia: +98%, Alphabet: +32%, y Microsoft: +29%.
En algunos países el alza del precio de los alimentos es más acelerada que el índice inflacionario, por ejemplo, la inflación en Argentina es 104%, en Reino Unido, del 10,1%; en Italia, del 8,3%; en México, del 6,85%, en Estados Unidos, del 5%; en Brasil es de 4,65%; en España es de 4,1%, y en Corea del Sur es de 3,7%.