Efecto Mariposa
Ser felices a pesar de todo
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
Actualizada:
Imagine una escalera numerada desde cero en la parte inferior hasta 10 en la parte superior. La parte inferior de la escalera representa la peor vida posible, mientras que la parte superior representa la mejor vida que pueda imaginar.
¿En qué peldaño de la escalera diría usted que se encuentra con relación a su vida?
La misma pregunta fue realizada en una encuesta en 137 países, y los resultados fueron publicados por las Naciones Unidas en el Informe Mundial de la Felicidad 2023.
Además de la pregunta mencionada, cuyo objeto es evaluar el bienestar subjetivo de los habitantes de diferentes países, también se incluyeron cuestiones para indagar sobre las emociones positivas y negativas.
Para saber sobre las emociones positivas, se preguntó a las personas si el día anterior habían reído, o si disfrutaron de hacer algo nuevo.
Con respecto a las emociones negativas, los encuestados respondieron sobre si experimentaron preocupación, tristeza o ira el día anterior.
El objetivo de preguntar sobre la satisfacción de la vida en general es porque las evaluaciones generales brindan una visión más completa y estable sobre cómo se siente una persona con respecto a su vida.
En cambio, las evaluaciones de las emociones diarias reflejan las reacciones frente a los acontecimientos diarios, que pueden cambiar rápidamente según las circunstancias. Sin embargo, estas también son importantes porque pueden suavizar (o empeorar) el día a día y el contexto social.
Volviendo al Informe de la Felicidad, esto fue lo que arrojó la encuesta:
- 1
Satisfacción con la vida
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Los habitantes de Finlandia son los más satisfechos, pues obtuvieron una nota media de 7,8; en segundo lugar, quedó Dinamarca, con 7,5. En América Latina, el mejor situado es Costa Rica, con una evaluación de 6,6 y ocupa el puesto 23. Ecuador ocupa la posición 74, con un puntaje promedio de 5,5. Venezuela está en el puesto 88, con una nota media de 5,2. Los peor puntuados son: Líbano (2,3) y Afganistán (1,8), y ocupan los puestos 136 y 137, respectivamente. La calificación de los habitantes de Ucrania es 5,0, lo que coloca a ese país en la casilla número 92.
- 2
Emociones
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Las emociones positivas les ganan a las negativas por el doble, las primeras tienen un promedio global de 0,6, mientras que las emociones negativas obtuvieron una nota promedio de 0,3. Las emociones positivas de los latinoamericanos mejoran con respecto a la satisfacción con la vida, puesto que Guatemala ocupa el primer lugar. Luego, vienen Panamá y El Salvador, en el segundo y tercer puesto. Ecuador aparece en la casilla 21. En cuestión de emociones positivas, los países que ocupaban los primeros lugares en la evaluación general de la vida, descienden a los puestos 12 (Dinamarca) y 26 (Finlandia). Afganistán y el Líbano se mantienen en los últimos puestos. Con respecto a las emociones negativas, Afganistán y Armenia ocupan los primeros lugares. Mientras que Ecuador está en el puesto 26, y el último lo ocupa China, es decir, son los menos enojones.
En el Informe de la Felicidad no solo se presentan las calificaciones obtenidas por los distintos países, en términos de satisfacción con la vida y emociones, sino también se analizan qué factores ayudan a que las personas sean más felices.
Y los factores analizados son:
- PIB per cápita: es una forma de medir cuánta riqueza hay en promedio por cada habitante del país.
- Redes de apoyo social: es el soporte que las personas tienen en tiempos difíciles. Entre las personas que pueden ofrecer apoyo social se consideran a amigos y familiares.
- Esperanza de vida saludable: esta es más que una simple medida de esperanza de vida, pues toma en cuenta el estado de salud física y mental.
- Libertad para tomar decisiones de vida: este aspecto considera si una persona se encuentra satisfecha con su libertad de elegir qué hacer con su vida.
- Generosidad: se traduce en donaciones a organizaciones benéficas.
- Percepción de corrupción: este elemento captura la apreciación de una persona sobre si la corrupción está generalizada en el gobierno y las empresas, y el grado de confianza que le tiene al gobierno y a otras personas.
Como es esperado, el PIB per cápita, contar con una red de apoyo para momentos difíciles, sentirse libre y saberse generoso ayudan a que las personas se sientan más satisfechas con sus vidas.
Por el contrario, la percepción de corrupción hace que las personas se sientan menos felices.
Las personas que experimentan sentimientos positivos, es decir, quienes se ríen, disfrutan y se interesan por las cosas que hacen, se sienten más felices.
No obstante, experimentar sentimientos negativos (preocupación, tristeza, ira), parece no tener un efecto duradero ni importante sobre la satisfacción con la vida.
Evidentemente, hay grandes diferencias entre países en cuanto a los factores que tienen mayor incidencia sobre la felicidad de las personas.
Por ejemplo, en Ecuador, el PIB y contar con apoyo social son los factores más significativos y están casi al mismo nivel de importancia.
Los ecuatorianos consideran que para sentirse satisfechos son menos trascendentales la libertad, la esperanza de vida saludable, la generosidad y la percepción de corrupción, en ese orden.
Puede parecer un contrasentido medir la felicidad en un contexto de crisis global, debido a las emergencias climáticas, el alza del precio de los alimentos, el conflicto de Ucrania que no termina y los remanentes de la pandemia por Covid-19; sin embargo, la información de estudios como el Informe de la Felicidad ayuda a identificar lo que nos mantiene de pie y da sentido a la existencia en tiempos de crisis.
También el bienestar de las personas tiene efectos positivos sobre la longevidad, la productividad, las relaciones sociales y la participación política.
Hay evidencia de que las personas que viven satisfechas trabajan mejor, tienen menos conflictos (se dice que la gente que es feliz no molesta a los otros) y tienen una participación política activa e informada.
Así, en medio de todos los dramas que vivimos en el país y en el mundo, reírnos o disfrutar de lo que hacemos puede ayudarnos a aliviar las cargas y, en consecuencia, a sentirnos más satisfechos con nuestras vidas, pues, ya que estamos aquí, no vamos a vivir amargados y, lo que es peor, amargando al resto.