El Implacable VAR
La Federación y la LigaPro, los enemigos íntimos del fútbol
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
Actualizada:
Todavía no se ha declarado una guerra civil, pero parece que estamos a un tris de que ocurra. Es evidente que la LigaPro y la Federación Ecuatoriana de Fútbol, o mejor dicho, sus cabezas, mantienen una tensa relación debido a la crisis económica de algunos equipos.
Los vaivenes financieros por los derechos de transmisión de la Serie A no han permitido que los clubes tengan más recursos que hace cinco años, cuando se creó la LigaPro y se soñaba con un infinitó maná de ingresos vía derechos de televisión.
Hay un barniz de modernidad en el actual formato es verdad. Pero, más allá de los posteos a lo ESPN, no han desaparecido los atrasos en los pagos a los empleados de los clubes. Y persiste la necesidad de contar con patrocinadores/mecenas que presten dinero, es decir, que agranden la deuda de los equipos.
Tampoco se ha avanzado mucho en la definición de la estructura de las competiciones. Ahora mismo, se discute si la Serie A debe aumentar la cantidad de equipos y si la Serie B debe ser reformada o desaparecer de plano. Y estos debates están atravesados por el siempre espinoso tema del dinero.
La relación entre ambos mandamases se complica más porque la Ecuafútbol actúa como esos padres que preguntan permanentemente a su hijo recién casado cómo le va en su nuevo hogar. "¿Si estás comiendo bien?". "¿Cómo haces con tu ropa?". "¿Quieres que te mande un locrito, como el que te gusta?".
Y eso ha puesto a la LigaPro a la defensiva: es mortificante que se le recuerde que no es la dueña de la Serie A, sino solamente una tercerizadora del torneo, una administradora que está bajo permanente sospecha.
Lo curioso es que, hasta hace no mucho, se hablaba de un trueque de funciones. Sí, el presidente de la LigaPro pasaría a liderar la Ecuafútbol y viceversa, cuando los períodos de cada uno expiren. Sin embargo, tal como están las relaciones, eso que parecía tan salomónico no ocurrirá. Ambos dirigentes ya son enemigos íntimos.