Con Criterio Liberal
Facilitemos el plan B de los negocios
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Las condiciones económicas en Ecuador son muy duras, y parece que lo seguirán siendo este 2022 y, como no hagamos algo radical y distinto para enmendarlo, lo serán por mucho más tiempo.
La pandemia ha provocado un importante aumento del empleo 'informal', y creo que no puede estar peor utilizado este término, que da un elemento peyorativo a honrados trabajadores que son muy 'formales' en su trabajo, pero que no cumplen con todos los requisitos que el Estado requiere para poder operar su negocio.
El economista Morten Jerven fue a Lagos, Nigeria y preguntó a los trabajadores y empresarios del mercado cómo funcionaba la 'economía informal' ninguno de ellos le respondió, ninguno conocía a nadie 'informal'.
Ellos lo llaman 'el plan B' para los negocios. Siendo el 'plan A' cumplir con toda la burocracia, algo no siempre posible, pero que no impide que sigan con su vocación emprendedora o su trabajo.
El 'problema' no son los trabajadores informales, sino las tremendas trabas que ponen los gobiernos para la creación de negocios formales y la contratación de personal. Si no se eliminan esas barreras, no se podrá mejorar la condición de vida de los ciudadanos.
El think tank liberal ecuatoriano Libre Razón ha intentado comprender cuál es la realidad de estos trabajadores, para lo que ha creado el Observatorio de la libertad laboral donde hace tanto un estudio de la situación regulatoria, como un relato de la realidad de estas personas, pues tienen rostro y trayectorias a quienes esta falta de oportunidades afecta en sus vidas.
El Grupo Faro también lanzó en diciembre del 2020 un estudio sobre la realidad del empleo informal en Quito, y es que las restricciones que nos han impuesto justificadas en la pandemia ha destruido muchísimo empleo formal, hasta los preocupantes datos actuales: un 49% de ecuatorianos con empleo 'informal' y solo un 43% con empleo 'formal'.
Este es el principal problema de Ecuador. Ningún proyecto de país mejor, de mejores vidas o de prosperidad ocurrirá si no es generando mucho más empleo, o al menos, no dificultando u hostigando la labor de aquellos que quieren ganarse la vida.
Hay mucho por hacer para mejorar la situación de los informales, cambiar las condiciones fiscales, firmar convenios internacionales para atraer inversiones, cambiar las leyes laborales que permitan contrataciones…
Y en el ámbito municipal, de cara a las elecciones de este 2023, hay que empezar a preguntar a los candidatos a alcaldes y concejales si tienen un plan sobre la 'informalidad'.
Si quieren seguir utilizando a la Policía y la reglamentación municipal para hostigar y poner más dificultades aún a quienes quieren comerciar en las calles de nuestras localidades, o comenzarán a proporcionarles seguridad y respeto a su propiedad, el primer paso para la prosperidad.