Efecto Mariposa
¿Los estudiantes ecuatorianos saben matemáticas?
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
Actualizada:
La semana pasada se divulgaron los resultados de la prueba ERCE 2019 (Estudio Regional Comparativo y Explicativo) realizada por la Unesco.
La ERCE 2019 es una prueba estandarizada internacional comparativa, que tiene como objetivo evaluar los logros de aprendizaje de los estudiantes de tercer y sexto grados (cuarto y séptimo grados de educación general básica en Ecuador) de centros educativos de países de América Latina y el Caribe.
En esa edición participaron 16 países: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Las áreas que se evaluaron en la ERCE 2019 son: Lenguaje (Lectura y Escritura), Matemática, Ciencias y Habilidades Socioemocionales.
En esta columna, me centraré únicamente en los resultados de Matemática, área en la que se evaluaron los siguientes conocimientos: números y operaciones, geometría, magnitudes y medición, estadística, patrones y álgebra.
Los resultados de las pruebas se reportan sobre 1.000 puntos, pero, además, se consideraron cuatro niveles de desempeño, siendo el primero el más básico y el cuarto el más complejo. Para facilitar la presentación de los resultados, los dividiré por grados.
Cuarto grado de educación general básica:
A nivel regional, el 52,3 % de los evaluados alcanzó al menos el nivel II, lo que equivale a decir que son capaces de:
- Escribir números naturales hasta el 9.999.
- Determinar términos intermedios faltantes de secuencias de números con patrones de formación simples.
- Identificar los elementos de figuras geométricas.
- Identificar unidades de medida o instrumentos para medir las magnitudes de un objeto.
- Leer, interpretar y organizar información en tablas o gráficos de barra simple sin escala.
En el grupo de los países mejor puntuados, que obtuvieron al menos el nivel II, aparecen: Cuba (75%), Perú (71%) y Brasil (69%). Entre los peor puntuados está República Dominicana, con 20%.
Con respecto a los resultados de Ecuador, el 57% de los estudiantes alcanzó al menos el nivel II, mientras que apenas el 8,3% de estudiantes alcanzó el nivel IV y son capaces de:
- Identificar la posición de dígitos en números hasta 99.999.
- Reconocer patrones de formación de secuencias numéricas complejas.
- Resolver problemas que requieren comparar, medir y estimar magnitudes (masa y longitud).
- Hacer conversiones de medidas que involucren unidades de masa.
Analizando por puntajes, la nota promedio de todos los países es de 698 sobre 1.000 puntos. Los países que se ubicaron en los primeros puestos son: Cuba (751), Brasil (744) y Perú (740). El peor desempeño lo obtuvo República Dominicana (624).
En Ecuador, la nota media alcanzada fue de 709, seis puntos más con relación a la prueba de 2013, sin embargo, el puntaje aún no permite concluir que hubo un mejoramiento significativo en el conocimiento de matemáticas de los estudiantes.
Séptimo grado de educación general básica
A nivel regional, apenas el 17,4 % de los estudiantes evaluados alcanzó un desempeño equivalente al nivel III.
Esto significa que, entre otras actividades, son capaces de:
- Resolver problemas complejos con dos o más operaciones.
- Solventar problemas cuyos datos se deben extraer de tablas y gráficos.
- Realizar operaciones con fracciones.
- Interpretar el patrón de formación de secuencias.
- Identificar relaciones de perpendicularidad y paralelismo en el plano.
- Calcular áreas y perímetros de figuras geométricas.
- Resolver problemas con medidas de masa, volumen y tiempo.
En el grupo de países mejor puntuados en el nivel III están: México (26,1%), Perú (25,9%) y Uruguay (24,1%).
En Ecuador, el 17,2% de los estudiantes alcanzó el nivel III, mientras que el 5,7% se ubicó en el nivel IV.
La nota promedio de los estudiantes de sexto grado de todos los países fue de 697 sobre 1.000, y los que tuvieron mejor desempeño fueron Uruguay (759), México (758) y Brasil (733).
Mientras que la nota promedio de los estudiantes ecuatorianos fue de 720 puntos. En este caso, la nota superó en 18 puntos al puntaje obtenido en la evaluación de 2013, y la nota permite concluir que sí hubo un cambio significativo.
¿Cuáles son las implicaciones?
Uno de los principales hallazgos de las pruebas ERCE 2019 son las grandes diferencias entre los puntajes obtenidos por los estudiantes de un mismo país.
En todos los países, y también en Ecuador, son muy pocos los que están muy bien y muchos los que están mal en matemáticas.
Más allá de la nota, este resultado refleja las brechas en el ámbito educativo. Sobre este tema ya me he referido en algunas columnas.
Por otro lado, aunque las matemáticas no suelen estar entre las materias más amadas de los estudiantes de escuelas y colegios, en un mundo cada vez más matematizado es indispensable conocerlas y entenderlas, independientemente de si la relación entre los estudiantes y esta disciplina es de amor u odio.
Los resultados de la prueba ERCE 2019 sugieren que la mayoría de los estudiantes ecuatorianos evaluados no conoce bien las matemáticas. La mayor proporción de estudiantes se ubica en el nivel I, lo que implica que tiene un manejo básico de la matemática.
La proporción de estudiantes que se ubica en el nivel IV, no pasa del 10%.
Las matemáticas son fundamentales para el desarrollo del razonamiento lógico, el pensamiento crítico y la abstracción. También favorecen el desarrollo de la creatividad, la capacidad de comunicarse y de resolver problemas, no solo sofisticados sino de la vida diaria.
Por ejemplo, las matemáticas bien entendidas, no memorizadas, son útiles para: interpretar cifras y gráficos que aparecen en los diarios; comparar la mejor opción a la hora de comprar y no caer fácilmente en falsas ofertas; analizar opciones de inversión y no creer en magos que ofrecen duplicar un capital en horas.
Que los estudiantes sepan matemáticas no nos ayudará a resolver los graves problemas que tenemos en el país. Sin embargo, una buena formación matemática en el presente permitirá que, en el futuro, tengamos ciudadanos más reflexivos, analíticos, críticos y comprometidos; y los necesitamos con urgencia.
Para finalizar, considero importante comentarles a los lectores que, hace pocos días, la ministra de Educación, María Brown, anunció que, dada la situación crítica del sistema educativo ecuatoriano, se plantea abandonar el modelo educativo tradicional apuntando a una transformación que incluye varios cambios.
Entre ellos, el modelo pedagógico, la infraestructura, el equipamiento y la alimentación que reciben los estudiantes de los establecimientos educativos públicos.
Además, la ministra resaltó que el nuevo modelo educativo no será estandarizado, dejando que cada plantel pueda elegir lo que sea más adecuado para su contexto y para las necesidades estudiantiles.
Analizar la reforma planteada será tema de otro artículo, sin embargo, lo positivo de este aviso es que finalmente se anuncia un cambio en la educación.