Análisis Económico
Estamos contratando…pero en Manchester
Director general de Perspectiva, consultora de asuntos económicos y empresariales. Docente de posgrado en macroeconomía y políticas públicas. Realiza análisis coyunturales del Ecuador para The Economist Intelligence Unit (EIU).
Actualizada:
En septiembre de 2016 llegué a vivir en Manchester, en el centro del Reino Unido, con la bendición de la Reina para mis estudios de posgrado. La expectativa académica era grande, pero no fue lo único que aprendí y experimenté.
Uno de los hechos que más resaltan en la historia de Manchester es el boom en el sector textil durante la Revolución Industrial en el siglo XIX.
Fue una de las primeras y principales ciudades industriales de la historia. Gracias a ello lideró también en el Reino Unido las reformas políticas y económicas de libre comercio: 200 años después las cosas no han cambiado mucho.
Septiembre es el mes de llegada de miles de estudiantes de todo el mundo al Reino Unido. Todos, al igual que yo, con ilusiones de aprender, pero con ganas de sacarle el máximo beneficio posible a nuestra estadía allí. Y las oportunidades no tardan en aparecer.
Viví en un edificio muy cercano a la Universidad de Manchester, donde estudié mi maestría. Una zona netamente estudiantil y con alto tráfico comercial. Todas las tiendas de comida estaban en la zona.
Todas ellas contratando gente por la alta demanda de la época. Todas llenas de estudiantes. Los que consumían y los que trabajaban. Parecían lugares de jóvenes para jóvenes.
Pasó el año y el letrero de “help needed” nunca desapareció pese a los cambios de temporada y de demanda. Había una alta rotación de personal. Unos trabajaban una semana, otros varias, y unos pocos varios meses. Yo mismo lo hice por un tiempo.
El asunto de fondo es que había trabajo. Incluso para jóvenes extranjeros con cero experiencia laboral o bajo nivel de inglés. ¿Por qué era posible esto? Porque es muy sencillo contratar. ¿Qué lo hacía sencillo? La contratación por horas.
En Ecuador sucede todo lo contrario. Miles de estudiantes se quedan sin ingresar a las universidades por diversos factores que dificultan el acceso, desde lo académico hasta lo económico. La gran mayoría de ellos tampoco encuentra una oportunidad laboral. Ni trabajan, ni estudian.
De los que logran entrar a la universidad, pocos pueden trabajar debido a la rigidez de horarios tanto en el ámbito académico como laboral. No existe una política que sirva de puente entre universidades y empleadores. Muchos se ven obligados a una elección nefasta: estudiar o trabajar.
Y lo más lamentable de todo, el que decide buscar un empleo y trabajar no lo encuentra. Todo esto debido a la dificultad para contratar.
Ecuador es el quinto país en todo el mundo en donde es más difícil contratar según el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial. En contraste, el Reino Unido es la onceava nación donde es más fácil contratar y está en el top 10 de competitividad del ranking.
La contratación por horas es una reforma fundamental indispensable para la generación de empleo. El marco jurídico para implementarla debe ser objeto de un serio debate nacional, no de manifestaciones y protestas violentas.
Y, ojo, se trata de una condición necesaria mas no suficiente para la generación de oportunidades. Indispensable para avanzar en competitividad.