Estados Unidos y la crónica de una muerte anunciada
Ecologista. Líder global en acción climática. PhD en políticas públicas de Ohio State University.
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El posible impago de Estados Unidos de sus obligaciones de deuda externa nos deja lecciones.
Ante un dólar en caída frente a otras monedas y el emerger de una nueva moneda auspiciada por el bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), las próximas elecciones nos invitan a reflexionar voto para evitar la perpetuación de los problemas políticos y de gobernabilidad.
El posible default de Estados Unidos resultaría en un retroceso para calificación crediticia, como lo anunció Fitch Ratings. Esta decisión se fundamenta en dos factores: entorno político divisivo y negativa trayectoria fiscal.
En efecto, negociaciones para un acuerdo que aumenta el tope de endeudamiento están estancadas debido a polarización entre el gobierno de ese país y los líderes opositores del Congreso.
Existe correlación entre tasas y problemas de endeudamiento. Si la tasa sube, los costos de endeudamiento aumentan. La degradación de la calificación crediticia de ese país le haría más complejo financiar su déficit.
Una historia común para países como Ecuador, hasta ahora impensable para Estados Unidos.
Al igual que en nuestro caso, esto demanda corrección fiscal. Si bien es permisible el déficit durante la recesión para invertir en reactivación, durante tiempos buenos o normales se espera balancear ingresos frente a gastos antes del pago de intereses para estabilizar la deuda a lo largo del tiempo.
Sin embargo, ante problemas políticos y de gobernabilidad, esto es inviable.
La situación de Estados Unidos, en el corto plazo, informa nuestras prioridades de cara al próximo proceso electoral; y, en el largo plazo, nuestra responsabilidad como ciudadanos de impulsar un balance entre estabilidad democrática y sostenibilidad fiscal.
Estos últimos, como términos fundamentales de un pacto social renovado que permita garantizar derechos a través de controlar la inseguridad y los riesgos climáticos para afianzar la transición a la sostenibilidad del país.