Estados Unidos apuesta por la energía limpia, en el escenario post Covid
Es administrador de empresas del Instituto Tecnológico de Monterrey en México, MBA de la Universidad de Florida, exgerente de Comercio Exterior de Petroecuador y exasesor presidencial para la iniciativa Yasuní-ITT.
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La visión de Estados Unidos es apostar por la producción de energías más limpias, en un escenario de recuperación económica post Covid-19.
Lo anunció ya claramente Dan Brouillette, secretario estadounidense, en un reciente conversatorio organizado por el Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de Houston.
Brouillette informó que el prestigioso MIT Lincoln Lab, centro de desarrollo de investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts, se encuentra desarrollando proyectos de energías más eficientes y ecológicas, basadas en el uso de hidrógeno.
El interés de Estados Unidos es promover energías nucleares, renovables y de otras fuentes alternativas, debido a que los cambios en la tecnología energética son exponenciales y existe una alta inversión en infraestructura.
Ahí será donde se podrían recuperar las plazas de empleo, perdidas durante la pandemia, por ejemplo.
Según Brouillette, la estrategia de Estados Unidos está centrada en la innovación en tecnología energética de última generación y en la disminución de la regulación para promover la inversión privada, el comercio energético robusto y la coordinación con aliados y socios.
La diversidad de suministro, tanto a través de múltiples fuentes para un solo combustible, como a través de una sólida combinación de combustibles, garantiza la confiabilidad energética en la visión de Estados Unidos.
Debemos tomar muy en cuenta que China va a seguir siendo un gran demandante de energía y de combustibles fósiles, mientras que Estados Unidos irá dejando de lado la dependencia frente al petróleo, pero seguirá dominando y liderando esos mercados.
Es importante entender cómo a partir de la pandemia empieza ya un reacomodo de las fuerzas y de los liderazgos geopolíticos basados en la energía. Las tensiones geopolíticas que existen al momento por el mercado entre China, Rusia y Estados Unidos son visibles.
Y en el caso de Ecuador, es importante hacer una inmersión en este panorama actual para tener otras perspectivas en la industria hidrocarburífera, analizarlas y abrir nuevas posibilidades en el desarrollo de esta actividad en el país.