Cuál es el rol que debe jugar el Estado en la igualdad de género
Es Ph.D. en Economía. Docente-investigadora de la Universidad de las Américas. En sus investigaciones combina sus dos pasiones: la economía y la ciencia política.
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¿Cuál es el rol del Estado en la igualdad de género? No es posible contestar esta pregunta sin revisitar a la politóloga Helga Hernes quien se dio a conocer por desarrollar el concepto de Estado amigable con la mujer o feminismo de Estado a finales de la década de los 80.
Dicho concepto estaba directamente relacionado con el Estado de bienestar que se introdujo a partir de la década de los 60s en los países escandinavos. En su libro publicado en el año de 1987 'El Estado de Bienestar y el Poder de las Mujeres: Ensayos del feminismo de Estado', Hernes menciona:
"Un estado amigable con las mujeres no obligaría a las mujeres a tomar decisiones más difíciles que a los hombres, ni permitiría un trato injusto por motivos de sexo. En un estado amigable con las mujeres, las mujeres seguirán teniendo hijos, pero también se abrirán otros caminos hacia la autorrealización. En un estado así, las mujeres no tendrán que elegir futuros que les exijan mayores sacrificios de los que se esperan de los hombres".
Lo que para entonces era una idea revolucionaria, hoy se acepta como una necesidad. En muchos países (especialmente europeos) la igualdad de género se ha convertido en un valor fundamental en la política del Estado; es decir, antes de la implementación de una política pública se analizan profundamente las consecuencias que tendrá para las mujeres.
En los países del sur global, sin embargo, las políticas públicas de género han avanzado poco y muchas veces aisladas de las estrategias de desarrollo. A pesar de la creciente atención que los Estados prestan a demandas de las mujeres, la falta de políticas integrales ha impedido que el Estado logre la plena participación y autonomía económica de las mujeres.
En nuestro país, en un momento en que se vislumbra un camino hacia la igualdad de género, el rol del Estado en la consecución de dicho objetivo debe estar claramente definido.
Y es que la igualdad de género no debe abordarse únicamente en lo relacionado con el ejercicio de los derechos; se debe plantear también la igualdad en términos de oportunidades y considerar los aspectos de redistribución social y económica que aún deben ser resueltos.
No se puede perder de vista que las desigualdades son el resultado de una compleja interacción de factores económicos, políticos, sociales y hasta culturales.
Por eso la generación de políticas integrales y coherentes de igualdad de género requiere un rol activo del Estado.
Una mayor igualdad de género en términos de derechos, oportunidades y bienestar creará un mayor sentido de pertenencia, requisito indispensable para la cohesión social.
Sin duda, la integración de la sociedad es de particular relevancia en la consecución de los objetivos de crecimiento y desarrollo a los que apunta Ecuador.