Matrix política
¿La campaña ya está aquí? ¡Sí y no!
Consultor Político con 20 años de experiencia en campañas electorales, comunicación de Gobierno y gestión y management de la crisis. Catedrático universitario y conferencista en varios países de América Latina y en España.
Actualizada:
El prestigioso periodista Jorge Ortiz me invitó a un panel en donde justamente el objetivo era analizar si los ecuatorianos, luego de salir de las urnas de la votación por la consulta popular, ya estaríamos entrando a una nueva campaña electoral para las elecciones de 2025.
Y mi respuesta fue exactamente igual al título de esta columna y paso a explicarlo:
Sí: porque -dentro del ambiente de la consultoría política a nivel mundial- los que nos dedicamos a esto hemos más o menos consensuado que para hacer una campaña presidencial profesional, -con el objetivo de ganarla, que consolide un gran equipo y un grupo de principios y valores que los una- no debería utilizarse menos de un año o año y medio en cuatro temas básicos:
- Lograr un importante posicionamiento: darte a conocer si no has sido un político tradicional, mejorar tu posicionamiento a nivel de conocimiento o a nivel de intención de voto (que no es lo mismo), y lo más difícil: conseguir revertir un posicionamiento con altísimos niveles de negativos y/o de polarización.
- Lograr crear una verdadera estructura nacional: en donde en cada una de las 24 provincias puedan tener apoyo de gente responsable (pagada) que trabaje en identificar las parroquias, los distritos y los barrios a donde puede (y debe) llegar tu mensaje, tu imagen y tus piezas comunicacionales.
- Crear una completa estrategia de comunicación política: en donde se definan procesos de investigación, de diseño de campaña, de creación de mensajes, de escogimiento de herramientas, (y en la actualidad) diseños de: página web, bases de datos, CRM´s, metaverso, inteligencia artificial, gaming, etc.
- Generar un auténtico programa de Gobierno (medible, realizable, con metas claras, que pueda ser evaluado, no las vergüenzas que suelen presentar algunos ante el CNE para que no les revoquen el mandato), un gran equipo de Gobierno: multidisciplinario, honesto, que comparta ideología y principios y que, de llegar, asuma rápidamente las carteras de Estado para actuar cuanto antes e imponer la impronta del nuevo gobierno en no más de 30 días.
Entonces seguramente para los que tienen estas aspiraciones la campaña empezó anteayer. Para mañana es tarde.
Y no: porque en Latinoamérica en general y en Ecuador en particular la gente no vota por ideología (tuvimos gente de derecha votando a Correa y gente de izquierda votando a Lasso), ni vota por partidos políticos (las cifras de aceptación de los partidos es francamente deplorable, paupérrima) y tampoco vota por programas de Gobierno, porque simplemente no los leen ni les importa. Suena duro, es así.
Entonces, podemos colegir al menos dos fenómenos ahí:
- Que mientras al álbum no esté lleno de cromos, será muy difícil saber a quién escogerá la población porque a veces hay figuras absolutamente desconocidas que hacen grandes elecciones sólo porque estuvieron en el lugar y el momento justo. Ejemplos de eso hay y muchos: Correa 2007, Hervas 2021, Tópic 2023…
- Que los ciudadanos cada vez escogemos nuestro voto mientras más cerca está la elección, a veces a 48 horas, a veces a 24, a veces en la fila para votar. Por eso se equivocan las encuestas: la volatilidad del electorado, el humor social, el voto bronca y el voto castigo son cada vez más preponderantes.
En este contexto creo que el Gobierno corre con una gran ventaja y esta (les ruego) no es una opinión mía o si me cae mal o bien el Presidente (no tengo el gusto de conocerle personalmente).
Es que mantiene altísimos índices de popularidad (arriba del 60% en todas las encuestadoras), es que su comunicación conecta fuerte con los más jóvenes (que son la gran mayoría), es que entiendo que sabe que será solo su gestión lo que le puede dar una reelección o dejar trunco un proyecto que él visualiza para los próximos cuatro años. Datos, no opiniones.