Matrix política
Cinco acciones concretas para poner a andar al Ecuador
Consultor Político con 20 años de experiencia en campañas electorales, comunicación de Gobierno y gestión y management de la crisis. Catedrático universitario y conferencista en varios países de América Latina y en España.
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Creo que no debe haber una sola persona en el país que crea que al día siguiente de que el nuevo Gobierno asuma su mandato, las cosas se van a solucionar por arte de magia.
Pecaría, no solo de ingenuo, sino de desconocer absolutamente la gravedad de la situación actual. Por eso, son muy importantes dos cosas:
a) Que el pueblo sepa administrar sus expectativas, no inflándolas de manera irrealista, que pueda causarle una frustración demasiado temprana; y, b) que el Gobierno entrante dé señales claras de acción que permitan avizorar que el país está en el rumbo correcto.
Para esto, me permito sugerir cinco claves que permitirán un arranque promisorio:
1.- Ir con pies de plomo: acciones rápidas, concretas, medibles y bien comunicadas. No necesariamente ir por el plan macro, por la espectacularidad de la presentación de la estrategia, sino más bien acumular pequeños triunfos diarios que le permitirán tener, lo que yo llamo, un colchón de confianza.
Esto se logra sólo a través de ejecutar pronto y bien proyectos y ser coherente todos los días con lo que se ofreció en campaña. Ya vendrán, con los meses, los grandes resultados.
2.- El secreto está en el equipo: un Presidente de la República debe ser un gran líder (con su propio estilo de liderazgo, se entiende) pero sobre todo tiene que ser un tipo que tenga la capacidad de armar un círculo virtuoso de sinergias que confluyan en una gran gestión de país.
Para esto, cada eslabón de esa cadena tiene que pasar tres requisitos esenciales: ser de una honestidad comprobada, ser multidisciplinario (pues se van a necesitar una gran variedad de habilidades y talentos), pero, sobre todo, que no demore en poner a andar este aparato pesado, burocrático y extremadamente lento que tenemos en el país.
Para esto, la experiencia en el manejo de la cosa pública y evitar curvas de aprendizaje sirve y mucho.
3.- Tener un maestro de la operación política: para nadie es un secreto que en este país obtener gobernabilidad es todo un reto. La Asamblea pasada, que se fue con un 96% de rechazo, tenía una clara agenda paralela mucho más política que de legislación y fiscalización, que es lo que se espera de ellos.
Por esto, la relación con este poder debe ser un tema crucial. La persona (o equipo) que esté encargado de esto debe cumplir al menos tres requisitos esenciales:
- a) Debe ser alguien que conozca profundamente la dinámica legislativa, el procedimiento parlamentario y los pasillos del recinto.
- b) Debe saber qué procedimientos como el reparto y las prebendas a los legisladores ya fracasaron en el pasado y no dan la transparencia que el pueblo espera.
- c) Debe saber jugar con los tiempos, el poder de la opinión pública y las formas en que esa relación debe funcionar. Tensar y aflojar la cuerda con precisión quirúrgica.
4.- La Comunicación como eje transversal: en la actualidad, la comunicación es de 360 grados, lo que significa que es inaudito que no haya un solo ciudadano que no esté enterado de las acciones del gobierno a través del mensaje, la herramienta, el lenguaje y la frecuencia necesarias y planificadas a través de una estrategia integral.
Pero, aparte, debe tener dos requisitos sine qua non: ser memorable (que el ciudadano la recuerde siempre y en cada momento) y que conecte: que la gente la asuma como verdadera, amena e inteligente.
5.- La conexión necesaria: mucha, pero mucha en serio, calle. Que el gobernante no se desconecte, que sepa de qué habla el pueblo, cuáles son sus preocupaciones y anhelos y ponerse a trabajar en ello de inmediato.
¡Adelante Señor Noboa!