Leyenda Urbana
¿Qué tal si gobiernan con la Inteligencia Artificial?
Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
Actualizada:
En estos días, Ecuador es una bomba de relojería que no estalla porque la gente contiene el aliento y se muerde el coraje en espera de que pasen rápido las semanas para librarse de un gobierno al que no soporta más.
Que Lasso concluya su mandato quitándole la luz a la gente es la más patética alegoría de lo que ha sido una gestión opaca, con múltiples errores y algunos oscuros y asombrosos episodios.
Dos años atrás se anunciaba que habría una fuerte sequía, pero los funcionaron miraron a otro lado y, en enero de 2023, cuando informes del propio CELEC-EP daban cuenta de la gravedad de lo que vendría, en lugar de tomar previsiones, el ministro de Energía dijo, en el canal digital Visionarias, que el país estaba en manos “de Diosito”.
Ese mismo canal reveló que, en lugar de invertir en el parque termoeléctrico, el gobierno lo hizo en proyectos para generar energía a costos desorbitantes. Y que prefirieron importar diésel y gas natural para el sector eléctrico, en lugar de invertir una suma muchísimo menor en el campo Amistad.
Con estos antecedentes, los cortes de hasta cuatro horas consecutivas, todos los días, son un golpe moral adicional a un pueblo angustiado que todavía no termina de secarse las lágrimas por el brutal magnicidio de agosto. Y tampoco sale del asombro por el asesinato de los sicarios involucrados en ese horrendo crimen, en dos cárceles, bajo control del gobierno.
Estos conmovedores hechos y la violencia y muertes diarias en varias ciudades generan una sensación de desánimo en la población, que comprueba, con decepción, que las autoridades no han trabajado para el pueblo que los eligió.
El desencanto es tal que hasta aquellos que defendían lo que hacía y decía el inquilino de Carondelet, incluyendo las salidas verbales en falso, hoy lo recriminan.
Y es que a Lasso todo le sale mal, incluso, cuando realiza un exitoso viaje y consigue que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, le garantice la entrega de una mayor cuota de energía a Ecuador, para salvarnos de las tinieblas; porque allí se confirma la negligencia de su gobierno, pues si esa misma gestión la hacía a tiempo, evitaba que la gente sufriera los apagones y los sectores productivos perdiesen cifras cuantiosas.
Por si faltaba algo, el portal Plan V denunció que el Estado le concede millonarios subsidios eléctricos a una empresa minera en la provincia de Zamora Chinchipe, a la que también le beneficiaría con ingentes sumas en diésel.
A estas alturas, el país usa las reservas de tolerancia que le quedan, por lo que solo el relevo presidencial podría desactivar las amenazas que se ciernen por toda la geografía nacional.
Cierto es que los errores y negligencias vienen de atrás, evidenciando que ni las extraordinarias reservas de agua que tiene Ecuador; el potencial solar y las millonarias sumas invertidas para la producción de energía, garantizan la provisión, porque la corrupción arruina todo.
Coca Codo Sinclair, colosal obra, cuyo costo final fue de USD 3.311 millones, fue planificada por el correísmo para dotar al país de energía por 50 años, pero las 17.499 fisuras y el sobreprecio también colosal la han convertido en un gigante monumento a la corrupción, que apenas si funciona.
En la Fiscalía y en la Contraloría están las denuncias que presentó Fernando Villavicencio, como presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, en octubre de 2022, sobre este fallido proyecto.
El desaliento nacional aumenta al comprobar que ha dado igual si al frente de los ministerios están jóvenes con el coraje para encarar los desafíos o personajes de dilatada trayectoria, ya que todos le han fallado por ser pusilánimes y porque la corrupción se ha impuesto.
El mal manejo en el sector energético se replica en el económico y en muchos más; en casi todos.
Lasso juró en la campaña que nunca subirá los impuestos, pero en un pacto no admitido con el correísmo (que se abstuvo en la Asamblea) aprobó un paquete de impuestos.
Meses después, Glas fue excarcelado, con la complicidad del SNAI, y la mayoría oficialista de la Asamblea amnistió a los procesados por violencia, para que algunos del correísmo pudiesen ser candidatos. Pero tras disolver la Legislatura y cuando el daño estaba hecho, el Ejecutivo envió un Decreto a la Corte Constitucional para echar abajo esos impuestos.
Un falso liderazgo lleva al país por el camino errado y parece que no hay salvación; por eso, estoy convencida de que este país podría salvarse cuando se use la Inteligencia Artificial (IA) para gestionar las grandes decisiones, sobre todo cuando hay dinero de por medio.
- Los algoritmos por los que se mueve la IA habrían identificado, por ejemplo, el día y la hora que el país tendría déficit de energía, y se habría evitado el desastre.
- La contratación pública se haría con rigurosidad y con los valores exactos de las obras, más los márgenes legales de utilidad, y sin la corrupción que lleva al sobreprecio y la ruina.
- En el ámbito de la justicia, la IA inadmitiría, de entrada, esas tenebrosas acciones de protección con las cuales ciertos jueces han liberado a delincuentes de todo pelambre, y entorpecido los procesos.
- Así, las mafias habrían sido desarmadas y los capos encarcelados en centros bien vigilados, porque la IA controlaría de manera eficaz.
- Esos mismos algoritmos habrían desechado, por sus antecedentes, a la mayoría de los más de 100 aspirantes a contralor general del Estado, con lo cual el país se habría evitado los escándalos en torno a esa elección.
- También habría impedido que el Ejecutivo usara el dinero del IESS, que es de los afiliados, e impedido que el BIESS comprara Bonos para fondear las arcas vacías, fruto de la ineficiente gestión oficial. En fin.
Las dudas que tienen la ONU y la Unión Europea frente a la Inteligencia Artificial porque no hay una legislación apropiada para su uso, por lo cual han pedido desacelerar su desarrollo, hasta poner resguardos frente a su manejo, son entendibles. Pero yo anhelo que pronto se pueda utilizar en Ecuador.
Ahora mismo, en algunos países se emplea para ciertos servicios y hasta en la toma de decisiones.
Tras el repetido fracaso de las autoridades de turno, en Ecuador, parecería que no queda más, sino apelar a la inteligencia artificial.