El urbicidio de Durán
Estudia ciudades y condiciones generales de la producción. Arquitecto, investigador del Grupo LlactaLAB-Ciudades Sustentables, de la Universidad de Cuenca.
Actualizada:
La construcción de equipamientos e infraestructuras urbanas ha transformado a las ciudades ecuatorianas en colosales fuerzas de producción.
O también, en nodos espaciales que promueven transformaciones sociales y culturales, y articulan el progreso económico nacional, cuya importancia es capital para la sociedad civil y las esferas pública y privada.
Las ciudades productivas proporcionan, mediante la participación obligatoria del Estado, los servicios urbanos esenciales que son requeridos por la población y el aparato productivo.
Como tales consideramos a los siguientes:
- Derivados de equipamientos: habitacional, médico, educativo, cultural, de administración pública y áreas verdes.
- Derivados de infraestructuras: hidráulico, eléctrico, hidrocarburífero, vial, de transportación y telecomunicaciones.
Los de abastecimiento y distribución de alimentos coexisten con los anteriores.
Y entre todos destacan los servicios interurbanos que se desprenden de los equipamientos habitacionales, médicos y educativos, ya que están espacialmente vinculados entre sí y por esto constituyen una trilogía fundamental para mejorar el bienestar de las personas y potencializar sus capacidades en la realización de bienes y otros servicios.
De hecho, la tríada ‘vivienda, salud y conocimiento’ contribuye a la competencia global entre ciudades.
A pesar de todo esto, parece que muy poco importa, la destrucción que ocurre con la tríada de producción urbana en varias ciudades del país, aunque más se nota en Durán, pues su tejido urbano se ha degenerado por la muerte de sectores residenciales, de salud y educación.
Es el urbicidio, el asesinato de la ciudad, de su bienestar y productividad.
Fernando Carrión y Paulina Cepeda (investigadores ecuatorianos del tema), presentaron en marzo pasado un libro al respecto, titulado 'Urbicidio: La Muerte de la Ciudad'.
Los antecedentes del urbicidio habitacional en Durán se remontan a los noventa, cuando asomaron los traficantes de suelo y comenzaron a formarse grandes sectores a partir de ocupaciones de terrenos de propiedad de bancos embargados y de terratenientes que fraccionaron sin permisos municipales (irregulares) y vendieron sin escrituras (ilegales).
Así informalizaron el área urbana de esta ciudad fluvial.
Que para 2023 muestra zonas irregulares, ilegales e informales consolidadas, algunas en forma de cooperativas de vivienda de interés social, sin equipamientos e infraestructuras ni servicios interurbanos esenciales.
Además, dominadas por bandas criminales que se enfrentan violentamente por su dominio total.
Las que también son responsables de causar el urbicidio médico y educativo en la ciudad, mediante la desaparición de la accesibilidad física a los espacios de salud y formación del capital humano, ubicados en sitios aledaños a los residenciales, que igualmente son disputados por estas organizaciones delincuenciales.
Esta nítida expansión de los urbicidas se contradice con la producción del espacio urbano.
Por eso, ante el brutal ensañamiento contra la gigantesca fuerza social y productiva de Durán, se torna fundamental conocer qué harán los candidatos que se disputan la presidencia del país.
¿Qué apreciación tienen sobre el arruinamiento sustancial de sus equipamientos de vivienda, salud y conocimiento? ¿Desde qué perspectiva analizan el aumento de su punzante desigualdad urbana? ¿Con qué propuestas cuentan para posibilitar su competencia global?
El urbicidio es consecuencia de omisiones acumuladas por décadas.
A continuación, más información sobre el lugar de los hechos: