El Chef de la Política
¿A dónde va el voto del segundo pelotón de presidenciables?
Politólogo, investigador de FLACSO Ecuador, analista político y Director de la Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política (Aecip).
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En la búsqueda de votos para ganar la Presidencia, Arauz y Lasso no deben descuidar al 12,47% de electores que, en conjunto, se inclinaron por alguna de las doce candidaturas que formaron parte del segundo gran pelotón de aspirantes a Carondelet.
En una segunda vuelta altamente disputada, como será la del próximo abril, allí podrían estar los apoyos que marquen la diferencia en favor de uno u otro finalista.
Por ello, los acercamientos y las posibles alianzas serán un elemento clave en las semanas siguientes.
Si bien los votos no se transfieren de forma automática y la población puede asumir una posición diferente a la que propone su candidato, no hay que menospreciar la influencia relativa de los acuerdos políticos, aún cuando estos no sean lo suficientemente públicos o explícitos.
Acercamientos y posibles alianzas serán un elemento clave en las semanas siguientes.
Independientemente de la presencia de dichos acuerdos, en función del discurso propuesto en la campaña electoral es posible establecer ciertas conjeturas.
Por ejemplo, se puede elucubrar que los votos de Freile (2,08%), de Gutiérrez (1,78%), de Celi (0,91%), de Velasco (0,82%) y de Larrea (0,40%) girarían con mayor facilidad hacia Guillermo Lasso.
Más que por coincidencias con la candidatura de la alianza CREO-PSC, el factor que los uniría sería la crítica al gobierno del expresidente Rafael Correa.
Por las mismas razones, a ese grupo se podría agregar la votación de Montúfar (0,62%), a pesar de las denuncias formuladas en contra de Lasso durante la primera vuelta electoral. En total, allí estaría el nada despreciable 6,61% de tales votos.
En la orilla opuesta, las preferencias son menos claras. Por su posicionamiento ideológico y ciertas declaraciones de las ultimas semanas, se podría intuir que Ximena Peña (1,54%) se inclinaría por Arauz, aún cuando no haga del todo explícita su preferencia.
Las críticas abiertas al Presidente Lenín Moreno respecto a la conducción del movimiento Alianza País y el hecho cierto de que su llegada a la vida política del país no habría sido posible sin el arrastre de votos de Rafael Correa, dan mayor fuerza a esta hipótesis.
Al citado caudal de votos en favor de Arauz podría sumarse aunque parcialmente el de Isidro Romero (1,86%).
En efecto, el ex presidente de Barcelona fue de los que con mayor dureza fustigó a Guillermo Lasso durante la primera vuelta electoral mientras que prácticamente no hizo alusión al gobierno de la Revolución Ciudadana.
Aunque Avanza se ha desmarcado ya de Romero y sus declaraciones, resta por ver si esos votantes se adhieren más a lo que diga el partido o el candidato.
En algunas provincias, como Guayas, la votación de Romero fue superior a la de los candidatos a asambleístas nacionales de Avanza, mientras que en otras, como Los Ríos, la relación fue en el sentido contrario.
Si se asume una posición conservadora se podría decir que ese electorado se dividiría y que 0,93% iría a favor de cada finalista. Así, Arauz llegaría a 2,47% mientras que Lasso alcanzaría 7,54%
De la orientación que asuman los votos de Sagnay (0,29%), Andrade (0,22%) y Carrasco (0,21%) es poco lo que se sabe. En cualquier caso, su incidencia en términos porcentuales es mínima.
No ocurre lo mismo con el apoyo recibido por el pastor evangélico Gerson Almeida (1,73%) pues su votación es casi igual a la del expresidente Lucio Gutiérrez y está por encima de la mayoría del grupo analizado.
Si se consideran su posición "pro vida" y su credo religioso, lo que se podría pensar es que su electorado proviene de un perfil tradicionalista y conservador en cuanto a la concepción de los valores que deben orientar a la sociedad ecuatoriana.
Si esto es así, en segunda vuelta sus seguidores podrían optar por cualquiera de los finalistas pues en ese nivel de análisis ambos son muy parecidos. Por tanto, junto al voto de Romero, el de Almeida podría dividirse entre Arauz (0,86%) y Lasso (0,86%).
En definitiva, prácticamente tres de cada cuatro sufragios analizados podrían ir a favor de Lasso (8,40% de 12,47%) mientras que una cuarta parte giraría hacia Arauz (3,33% de 12,47%).
Si bien este caudal de votos podría parecer insignificante, en un proceso electoral en el que las diferencias entre los dos candidatos serán mínimas, tomar en cuenta la posición de quienes se inclinaron por otras opciones puede ser definitivo al momento de decidir al ganador de la segunda vuelta.
En dicha disputa, ganar el apoyo de los votantes de Romero y Almeida quizás es la tarea más importante en la que deberán concentrarse en las semanas siguientes tanto Arauz como Lasso.
Si apenas 0,39% de votos separó a Guillermo Lasso de Yaku Pérez en la primera vuelta, es perfectamente posible que algo similar pueda ocurrir el próximo 11 de abril. Por ello, hoy más que nunca, cada voto cuenta.