Efecto Mariposa
Diez enseñanzas de la montaña
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
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Hace unos pocos meses decidí renacer y, buscando qué hacer para darle la bienvenida a la nueva vida, apareció el senderismo.
Esta actividad en la que respiro el aire fresco, con la compañía fugaz de caminantes desconocidos, mientras me enamoro de las distintas formas y colores de la naturaleza, me ha traído diez enseñanzas de vida.
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Cada uno tiene su ritmo
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Ahora entiendo mejor a quienes viven despacio y van por la vida con calma. Aprendí que, en la montaña, ir despacio me premia con la posibilidad de apreciar los paisajes excelsos que veo a mi alrededor. En lugar de ir en una competencia imaginaria y de ahogarme por la frustración de no conseguir estar de primera, acepto mi velocidad y voy despacio, pero a ritmo constante, sintiendo cada paso, respirando consciente y agradeciendo por el privilegio de cada salida.
- 2
No hay camino fácil
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Al inicio preguntaba si la ruta era fácil, pero ya comprendí que esa pregunta es inútil. Cada sendero es distinto y tiene su propia dificultad, pero no es imposible caminar si hay buena voluntad y buenos guías.
- 3
Confiar en el cuerpo y la mente
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Las dudas sobre la capacidad de mi cuerpo van esfumándose y ya no creo que no nací para hacer actividad física. Hago ejercicio diario, lo que mejora mi desempeño en las caminatas y ahora mi cuerpo, incluso cansado, responde si la mente lo invita a seguir.
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Nuca es tarde para empezar
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Podía elegir una actividad con una exigencia de energía menor y aprendí que la edad no es importante, pero sí importa perseverar en el objetivo y tener buena salud. Las personas más jóvenes no necesariamente son las más ágiles, hay personas de más de 60 años que suben la montaña con la fortaleza de los quinceañeros.
- 5
Permanecer y disfrutar del silencio
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Necesitamos hablar para no sentir soledad y cuando estamos solos hacemos que la mente nos grite para sentirnos acompañados. El senderismo me enseñó que aquietar la boca y la mente trae una sensación de libertad y de equipaje ligero que es invaluable.
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Pasos cortos pero constantes
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Los pasos cortos, pero constantes, son más efectivos que pasos largos y esporádicos. Lo importante es no perder de vista la meta y trabajar con perseverancia para alcanzarla.
- 7
La naturaleza es hermosa en todas sus formas
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En los árboles y las hojas verdes, en el pajonal dorado, en la roca, en las piedras, en el arenal. El cielo nunca pierde su grandeza, no importa si está azul o gris, lluvioso o soleado, siempre es hermoso.
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Las excusas no siempre son reales
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No tengo los zapatos adecuados, no tengo compañía, no tengo plata, no tengo tiempo. Ya vi personas que van con zapatos de paseo y caminan sin ningún problema. También, se puede salir solo o siempre hay alguien que, aunque no le guste caminar, es capaz de acolitarnos en una salida al campo. En la montaña no hay hoteles ni restaurantes caros, no se necesita mucho dinero para pasajes y un cucabe.
- 9
La madre enseña
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Esa frase que me marcó tanto la mencionó la maestra Elisa. Ella señaló que la montaña nos enseña a vivir. En la montaña, cuando estamos con frío y desanimados, si no hacemos algo por calentarnos y animarnos, vamos decayendo y podemos perder el ánimo completamente. En lugar de congelarnos, debemos ponernos los guantes, abrigarnos más, buscar algo que nos caliente y nos ayude a recuperar la energía, hay que moverse. Así también es la vida cuando tenemos problemas, dice la maestra Elisa.
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La naturaleza es nuestra única casa
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Nadie en su sano juicio destruiría su morada, peor si sabe que no hay posibilidad de reconstruirla o de cambiar de planeta; es tarea de todos cuidar de nuestro espacio.
Nos quedan algunos días de este largo feriado. Si no tienen un plan y están quejándose porque se quedaron en la casa, alisten su mochila y aprovechen para salir a algunos de los lugares que quedan cerca de la ciudad, se pueden conseguir las indicaciones en Internet o buscar un grupo de personas que hagan senderismo.