Con Criterio Liberal
¿Día de las mujeres?
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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El ocho de marzo se celebra el 'día de las mujeres' que ha pasado a convertirse en una de las fechas más marcadas en Occidente por el número de manifestaciones y acciones.
Durante ese día, y los anteriores y posteriores, los medios y la sociedad hablan casi de manera general de noticias sobre mujeres, desde mensajes más o menos cursis, hasta publicidad de las distintas marcas con un mensaje hacia las mujeres, pasando por opiniones y performance más radicales.
No deja de ser sorprendente que todas estas acciones y reivindicaciones se produzcan cuando la igualdad jurídica ya está conseguida en la sociedad occidental.
Es por ello que las reclamaciones que se hacen en las manifestaciones no son nada concretas, pues piden algo así como “luchar contra el heteropatriarcado” sin dejar nada claro qué es “el heteropatriarcado”, pues con la definición y la concreción y claridad en el planteamiento se desmoronaría gran parte del movimiento.
Y es sorprendente que el nuevo feminismo haya surgido en Occidente en el siglo XXI, donde la igualdad legal entre hombres y mujeres ya está más que asumida, y donde las demás desigualdades se deben, en muchos casos, a elecciones personales, precisamente la elección de las mujeres que tienen libertad.
Una libertad que ciertos feminismos cuestionan constantemente pues no encaja con sus premisas, en que las mujeres son víctimas por el hecho de ser mujeres, de un sistema “opresor”.
Es cierto que hay violencia contra las mujeres y, por supuesto que es condenable, pero debe ser condenada por los jueces, que actúen tras la detención policial, en un Estado de derecho, aquello que todos queremos lograr para todos, pero algo de lo que, extrañamente, no se oye hablar a los feminismos.
El feminismo es un colectivismo, y además uno muy simplista. Analiza la realidad viendo solo dos categorías, hombres-mujeres, y pretende hacernos creer que toda la diversidad humana se puede reducir a esos dos grupos, y que todos los hombres tienen características comunes, y que todas las mujeres tienen otras y distintas.
Con esa premisa no se puede decir nada más que estereotipos, que antes servían para contar chistes, pero que ahora se pretende que sirvan para interpretar todos los problemas de nuestra sociedad.
Claro que tampoco nos puede extrañar este colectivismo simplista pues el ocho de marzo, durante décadas, una de los principales actos de propaganda de la URSS era día de la mujer trabajadora, aunque en los últimos años se le haya quitado el adjetivo a la 'celebración' cuando se hace en Occidente.
Uno de los múltiples logros del capitalismo occidental es vivir en una sociedad libre con igualdad entre hombres y mujeres, aunque ciertos feminismo radicales denostan este sistema tildándolo de “heteropatriarcal” y llamando al “anticapitalismo”, cuando es precisamente el capitalismo el sistema que ha permitido igualdad entre hombres y mujeres y las mejores oportunidades de desarrollo a las mujeres.
Me alegra muchísimo vivir en una sociedad de hombres y mujeres libres e iguales, y me parece estupendo si muchas o muchos quieren celebrarlo, pero pareciera que por reivindicarlo se está menoscabando las mismas bases e ideas que han logrado la igualdad, los fundamentos de nuestra sociedad.