El indiscreto encanto de la política
Los desafíos políticos de Noboa tras romper con el correísmo
Catedrático universitario, comunicador y analista político. Máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.
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Tras la irrupción de la fuerza pública en la Embajada de México para capturar al expresidente Jorge Glas, el correísmo exigió la inmediata renuncia del presidente de la República. Este suceso marca el fin del pacto legislativo entre la bancada de la Revolución Ciudadana y el oficialismo, vigente desde la conformación de la actual Asamblea Nacional.
Durante este periodo, con el respaldo frontal del correísmo y, en otros casos, con su discreta aquiescencia, Noboa aprobó varios proyectos de ley, creó nuevos impuestos, aumentó el IVA e incluso condonó deudas tributarias a los grandes grupos económicos. Logró la presidencia de algunas comisiones clave del legislativo y aseguró su presencia con vocales en las más importantes.
En principio, se entendería que el presidente sentó bases suficientes para una plataforma de gobernabilidad que le alcanzaría para sostener su proyecto político-electoral hasta las elecciones de 2025.
Sin embargo, la confrontación con el correísmo al menos planteará cinco desafíos que deberá enfrentar durante el resto del mandato:
- Pérdida de gobernabilidad en la Asamblea. Sin los 51 votos del correísmo, el Gobierno necesitará forjar acuerdos con la bancada de Construye, con los pequeños grupos independientes e incluso con legisladores de manera individual para aprobar leyes, acuerdos o tratados. A medida que se acerquen las elecciones presidenciales, las agendas políticas serán más cerradas.
- Enfrentar un agresivo control político. Como parte del pacto mencionado anteriormente, la Revolución Ciudadana tomó el control de la Comisión de Fiscalización. Desde este órgano legislativo, se espera una corriente sistemática de solicitudes de información, interpelaciones a autoridades del Ejecutivo y juicios políticos a ministros de Estado.
- Escalada de la conflictividad territorial. En las últimas elecciones seccionales, el correísmo ganó nueve prefecturas, cerca de 50 alcaldías y cientos de concejalías y vocalías de juntas parroquiales. Esta poderosa estructura territorial, junto con su todavía muy representativa militancia en todo el país, se alineará con la nueva estrategia de oposición radical, buscando opacar la gestión del Gobierno, multiplicando narrativas negativas y sumándose a la protesta de los GAD, la Conaie, proveedores impagos y grupos no atendidos por el Estado central.
- Dificultad para destituir a la vicepresidenta. Recientemente, el viceministro de Gobierno sugirió que sería ‘riesgoso’ entregar el poder a Verónica Abad durante la próxima campaña electoral, dando a entender que existe una hoja de ruta para lograr su separación del Gobierno. Sin los votos del correísmo, el juicio político a la Segunda Mandataria parece poco viable, a menos que ocurra un forzado canje político de último momento.
- Emerge un nuevo actor político por el "no" en la consulta. Aunque el movimiento RC5 no está calificado por el CNE para realizar campaña en la consulta popular de 2024, es probable que su militancia y equipos de campaña digital promuevan intensamente el "no" en la consulta, centrándose en la pregunta sobre el contrato por horas, que es sin duda la más controvertida.
En este contexto, también surgen otras interrogantes: ¿Cuál será la postura de Henry Kronfle? ¿El Partido Social Cristiano continuará cogobernando? ¿Qué condiciones impondrá Construye para llegar a un acuerdo con el Gobierno? Tras el receso legislativo, que culmina este 9 de abril, seguramente no faltarán las sorpresas.