Leyenda Urbana
Debate presidencial, el que se equivoca, pierde; ¿Shakira en la campaña?
Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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Cuando faltan 21 días para volver a las urnas, el debate del próximo domingo 1 de octubre es para el correísmo la última oportunidad para intentar revertir la tendencia que, según las encuestas, a la fecha, le sería favorable a Daniel Noboa.
Una gigante operación política para promocionar a la candidata de la Revolución Ciudadana (RC5), Luisa González, ha movilizado a toda la militancia, incluyendo a alcaldes y prefectos que hasta han usado las radios institucionales para hacer campaña, como es el caso del Municipio de Quito y la Prefectura de Pichincha.
También involucra a inesperados aliados y a los simpatizantes del socialismo del Siglo XXI, comenzando por Rafael Correa, cuyo liderazgo él quisiera que fuese refrendado en esta elección.
Aunque resulte inverosímil, la hilarante historia en torno al sentenciado Jorge Glas, quien, supuestamente, habría dividido al bloque parlamentario de la RC5, por asuntos personales, podría formar parte de la narrativa elaborada, en busca de cohesionar a la organización, aunque nadie se atrevería a afirmar o negar aquello.
El comentario sobre este tema hecho por Correa, en su cuenta de X, usando la ironía, con lo cual evitó confirmar o desmentir el rumor, solo ha alimentado las sospechas, pero lo que sí sería cierto es que Ferdinan Álvarez habría dejado la coordinación del bloque, por motivos distintos a la política.
Pero la estrategia de campaña, que cubre otros flancos e involucra a personajes disímiles, funciona en sincronía total.
Hay que ver cómo algunos portales digitales han acoplado sus espacios al libreto electoral, para replicar idénticos contenidos, tal como cuando estos se fabricaban en los laboratorios del totalitarismo, durante la década fallida.
Una suerte de matriz única de opinión rige para todos los mensajes y discursos de apoyo a González, cuya campaña cuenta con una variedad de voceros por lo que, aunque opinen de materias diferentes, terminan siempre promoviéndola; mientras que la candidatura de Daniel Noboa carece de vocerías.
De allí que resulta extraño que los intentos de asimilar el fracasado gobierno de Lasso a uno potencial de Noboa, no haya dado resultados, porque los militantes y simpatizantes de la RC5 han replicado, una y otra vez, los yerros del inquilino de Carondelet, buscando endosarle a quien podría ser su sucesor.
Una cuenta de X abierta recién en septiembre de 2023 sirvió, el fin de semana, para que extrabajadores de una empresa del padre de Daniel Noboa, que reclaman su liquidación, posteen un video de su protesta en Santo Domingo, durante una concentración del candidato, que habría terminado abruptamente, por los incidentes provocados.
Las réplicas y los comentarios abundaron, comprobando que todos están en sintonía.
Es en ese contexto que algunos intentan comprender el porqué de las acusaciones de supuestas actividades ilícitas, en cuanto exportadores, adjudicadas por Manuela Picq a la familia Noboa; aunque resulte difícil entender que lo haya hecho sin exhibir ninguna prueba, perteneciendo ella al mundo académico, donde lo que cuenta son las evidencias, y también porque como estratega de la campaña presidencial de Yaku Pérez, contradictor acérrimo de correísmo, nunca dijo nada al respecto.
Pero hay más.
La difusión por las redes de la presencia de Luisa González en un oficio religioso en una iglesia cristiana, del sur de Quito, el fin de semana, donde un pastor que se definió como profeta aseguró que El Señor le dijo que una mujer será presidente constitucional de Ecuador, evidencia que la fe en un eventual triunfo suyo está intacta.
Pero también que sus convicciones religiosas están en las antípodas del Estado laico implantado por Eloy Alfaro, fuente histórica de inspiración de la Revolución Ciudadana, al punto de que sus cenizas fueron llevadas de Guayaquil a Montecristi, en 2007, antes de instalar la Constituyente.
La otra campaña que no ha sido reportada por los medios es aquella que ha ido más allá de las concentraciones, para incursionar en cursos de cocina, ferias para desparasitar mascotas y programas deportivos, en los que se ha usado como banda sonora la canción "Yo soy ecuatoriano", de la TRI, y, en los últimos días, el más reciente éxito de Shakira, "El Jefe".
Lo que no se sabe es si cuentan con la autorización de la famosa barranquillera.
Por ahora, seguro que ese tema no les inquieta porque todas sus energías están concentradas en el debate, que cuenta con reglas estrictas como aquella de que la moderadora podrá interrumpir al candidato que se salgan del tema planteado y hasta cerrarle el micrófono. Y eso no les gusta.
Fue Correa quien escribió que "solo en Ecuador se puede hacer un manual tan absurdo como el del CNE".
Les debe inquietar porque planeaban aclarar, por ejemplo, los dichos de Arauz sobre el "Ecuadólar", señalando que ellos defienden la dolarización, que hasta propusieron poner al dólar como moneda oficial.
Son temas distintos, pero lo querían decir, y, lo más probable, es que lo digan.
De allí que su otra apuesta es el post debate, para el cual tienen los encuadres en caso de que algún dicho del candidato de ADN sea percibirlo como ofensivo a la condición de mujer de Luisa, tomando como base el craso error de Noboa cuando ironizó que su contrincante podría llevar al debate una Gillette, mientras él llevaría un ramo de flores.
Para preparar el ambiente, Luisa González, posteó un video vestida con traje negro y blusa blanca, en el que dice que cualquier alusión a armas no solo es irresponsable, sino peligroso, y que el domingo ella solo llevará ideas.
¡En fin!
El debate parece ser el punto de inflexión de esta campaña, pero no solo para Luisa González y Daniel Noboa, que se juegan la Presidencia, sino para Rafael Correa, que se jugaría la posibilidad de tener el control de un eventual gobierno de su movimiento, y salvar su futuro político.
Con toda seguridad, en su mente debe resonar lo dicho por el general Montgomery: “ningún líder, por grande que sea, dura mucho tiempo si no consigue una victoria”.
¡Para reservar primera fila!