Con Criterio Liberal
Los datos de la pandemia con lógica y en perspectiva
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
Actualizada:
Seis meses después de la declaración de la emergencia por la pandemia, tras las medidas más drásticas que ha tomado la humanidad en décadas y el parón más grande de la economía global desde la Segunda Guerra Mundial, no deja de ser sorprendente cómo los medios de comunicación dan los datos sobre el coronavirus de una manera tan inexacta.
Son tales las carencias en la información que ya cuesta creer que sea simple desconocimiento, el asunto es lo suficientemente grave como para haber intentado en este medio año entender cómo informar de la mejor manera posible a la población.
En este artículo intentaré explicar de qué datos disponemos y por qué los datos de septiembre de 2020 son muy distintos de los de la peor fase de la pandemia, allá por marzo-abril.
Básicamente contamos con tres tipos de datos: contagiados, ingresados en hospitales y fallecidos.
Contagiados:
La mayor parte de los medios informan sobre el número de contagiados, pero hemos de entender que este dato es el más inexacto de todos para conocer cuál es la situación real de la pandemia.
En primer lugar, pues para contabilizar a un contagiado primero debe habérsele hecho un test y, por tanto, el dato de número de contagiados depende directamente del número de tests realizados, lo que hace muy difícil comparar regiones, países, o el mismo país en el tiempo, pues varía muchísimo.
Si no se hace ningún test, no aparecerá ningún contagiado, si se hacen muchos test, aparecerán muchos más contagiados.
No tiene ningún sentido comparar solo el número de contagiados, habrá que ponderarlo por el número de test realizados y, para ser más exactos, por el número y el tipo de test hechos, así como su fiabilidad.
Dar positivo puede querer decir tanto que se tiene el virus activo en nuestro cuerpo, como que se ha tenido el virus y se ha superado la enfermedad y por eso se conservan anticuerpos. Como se puede entender son dos situaciones diametralmente opuestas aunque se sumen ambas a la categoría de “contagiados”.
Además, es por definición un dato acumulativo, esto es que constantemente aumenta pues cada nuevo contagio se sumará a los anteriores. Por tanto no tienen mucho sentido los titulares de “aumentan los casos de contagiados en X lugar”, pues siempre que se hagan tests y den un positivo aumentarán.
La cuestión es si con respecto al número de pruebas hechas aumenta más o menos. Esto es, si el radio de contagiados con respecto a los test hechos sube o baja semana a semana.
Y en tercer lugar, para que el dato de contagiados tenga alguna relevancia en su comparación entre países o regiones, se tiene que tener en cuenta que hay poblaciones muy distintas.
Por tanto el dato en números absolutos, como “Estados Unidos es el país con más contagiados” o “Nueva Zelanda tiene pocos contagios” no tiene ninguna validez si no se divide por el número de habitantes, de tal manera que se presentan “contagiados por cada 100.000 habitantes”.
Salvo que quien presente el titular tenga espúreos intereses, es imposible entender cómo hemos visto y seguimos viendo tantas y tantas comparaciones de este estilo sobre contagiados con tan poco sentido.
Plazas en hospitales
Pero en realidad el mero hecho de estar contagiado de Covid-19 puede no ser grave y de hecho, en la mayor parte de los casos, no lo es.
No lo es pues muchos son “asintomáticos”, esto quiere decir que ni siquiera son conscientes de que tienen Covid, y otros muchos pasan por una gripe más o menos virulenta. Por tanto, para la inmensa mayor parte de los contagiados de Covid el pasar la enfermedad no es grave en sí.
Es preocupante el poder ser foco de contagio para otros, sobre todo para los más mayores, que son los más vulnerables.
Y para estos poquísimos casos sobre el total de contagiados en que la enfermedad se vuelve grave, lo relevante es cuántas plazas hay en el hospital para ser atendidos.
Lo que se mide es, sobre todo, la capacidad del sistema sanitario, que evidentemente en aquellos países más ricos es muy superior, pues tienen mucho más dinero para invertir en salud.
Y, dentro de las personas atendidas en el hospital, una parte de estas, no todas, son derivadas a unidades de cuidados intensivos, donde requieren de respiradores.
Aún para estos casos ya muy graves, la situación es muy distinta en septiembre de 2020 que en marzo, pues los sistemas sanitarios, dentro de sus posibilidades, han aumentado mucho su capacidad de respuesta con unidades de cuidados intensivos, respiradores y más conocimiento médico de cómo afrontar la enfermedad.
Por ello, uno de los datos que sí es importante que suministren las autoridades sanitarias es el número de camas hospitalarias ocupadas por pacientes de Covid y la capacidad del sistema de tener más ocupación. Y los datos en Ecuador y en todo el mundo, de septiembre de 2020, son muchísimo mejores que los del inicio de la pandemia.
Fallecidos
Pero lo que a todos nos preocupa es que esta enfermedad ha producido y puede producir fallecimientos. Una parte de aquellos que están infectados y tienen cuadros graves, fallece.
Cuántos exactamente es algo que aún está en fase de estudio, pues al ser una división, depende tanto del numerador (fallecidos), como del denominador (contagiados) que, como explicamos, depende del número de test hechos y también de la atención que hayan recibido en el tratamiento, aspectos que varía muchísimo entre países, regiones y poblaciones, pero se cree que puede estar en torno al 2%.
Además que hay que distinguir aquellas personas que fallecen por Covid, de aquellas contabilizadas como fallecidas por Covid, pues para ser contabilizado oficialmente como fallecido por Covid se requiere que se haya hecho un test, algo que en muchos casos no ocurre
La mejor medición con la que contamos es la de “exceso de muertes sobre las esperadas”. Más o menos cada día y semana del año se puede esperar que fallezca un número similar de personas y, además, los fallecidos sí son contabilizados por el Registro Civil en todos los lugares del mundo con una cierta eficiencia.
El dato que realmente nos da la información relevante sobre la situación de la pandemia es el de porcentaje de exceso de fallecidos sobre el esperado. Lo hemos de medir en porcentaje para poder comparar países o regiones con distintas poblaciones.
Y tengo buenas noticias: la cifra está cayendo drásticamente en casi todos los lugares del mundo. De hecho, en gran parte del mundo ya está en los niveles habituales.
Aunque es cierto que en Ecuador aún está por encima de lo esperado en torno a un 20% pues hay en torno a 240 fallecidos cuando lo esperado es cerca de 203. Trágicas esas 240 muertes cada día, y más trágico que haya aún 40 más de las esperadas.
Pero en el peor día de la pandemia en Ecuador, que fue el 3 de abril, se reportaron 1.044 fallecidos sobre un esperado de 209, un 500% más. Y desde inicios de agosto que se estaba en torno a 350 sobre un esperado de unos 200, un 75% más, solamente se ha venido bajando en las últimas semanas de manera sostenida.
Distinguir anécdota de categoría
Creo que son estos datos, disponibles para quien tenga curiosidad para investigarlos, los que deberían llenar los informativos de todo el mundo, y dan una imagen de la situación real de la pandemia mucho más optimista y acertada de lo que nos están acostumbrando en los medios, que a punta de presentar la anécdota como categoría, más confunden a la ciudadanía y crean pánico.
Así, hemos visto un ejemplo entre cientos de como en todo el mundo se ha informado de que 22 escuelas de Francia han tenido que cerrar pues se ha declarado algún caso de coronavirus a los tres días de abrir el curso escolar.
Si tenemos en cuenta que nadie relacionado con esos casos ha fallecido, ni siquiera está en peligro de hacerlo, y que en Francia han abierto más de 60.000 escuelas y que su inmensa mayoría, más de un 99,95% opera con normalidad, se está dando una información que, siendo cierta en lo que dice, engaña a quien la lee.