Análisis Económico
La crisis petrolera en Ecuador y el problema de fondo
Director general de Perspectiva, consultora de asuntos económicos y empresariales. Docente de posgrado en macroeconomía y políticas públicas. Realiza análisis coyunturales del Ecuador para The Economist Intelligence Unit (EIU).
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Hay crisis en el sector petrolero. Petroecuador va por su tercer gerente en los últimos dos meses. El problema de fondo son los USD 1.400 millones para el Ministerio de Finanzas provenientes de China.
Desde julio pasado en Finanzas esperan con ansias el crédito chino. De hecho, todos los términos financieros están listos. Pero no se trata exclusivamente de una operación financiera sino también comercial. En Beijing exigen que Ecuador se comprometa a vender no menos de 55 millones de barriles de petróleo en los próximos cinco años.
El problema es que no se trata de una preventa petrolera común en la que uno recibe hoy el pago y luego entrega el crudo. El compromiso petrolero es más bien una condición de China para poder firmar el crédito.
Es decir, Ecuador deberá pagar el préstamo y, además, venderle a China el crudo pactado. Aquí es donde Petroecuador entra a la jugada.
Resulta que no dan los números. Para poder cumplir con la China, Ecuador tendría que renunciar a la venta de petróleo en el mercado spot en 2021 y 2022. Y, por tanto, perder la oportunidad de colocar a un mejor precio el crudo. Esto implicaría que el petróleo no se venda a la mejor opción posible del mercado, sino entre USD 2 y USD 3 menos por barril.
Según se conoce, el Ministerio de Energía ha insistido en viabilizar este compromiso comercial con China. Por ello la renuncia de los gerentes de Petroecuador y Petroamazonas. La razón es clara: se perderían entre USD 110 y USD 165 millones.
Además, se quedarían sin producción para participar en ventas spot, es decir, ventas de petróleo en el mercado abierto. Nadie se quiere meter en tremendo lío.
Toda esta situación expone un problema adicional. La producción petrolera está en declive. Tanto la producción de Petroamazonas como la de las empresas privadas se ha visto afectada debido al Covid, especialmente por falta de inversión en infraestructura.
Así es cómo las urgencias fiscales también ponen en jaque a Petroecuador y a Petroamazonas. A la primera porque le absorben todos los recursos generados y, la segunda, no recibe capitales para invertir en la producción.
Se dejan de ganar utilidades para el país, se deja de producir y se deja de vender. El peor de los mundos.
Petroecuador debe dejar de estar politizada y empezar a funcionar bajo normas de gobierno corporativo. Debe tener autonomía para operar lejos de Finanzas, y contribuir anualmente al presupuesto las utilidades generadas luego de invertir los recursos necesarios para expandir la producción. Así se vende a mejor precio, se ganan más utilidades y se generan más recursos para los ecuatorianos.
Es posible hacerlo, pero hace falta un cambio profundo en la administración de las finanzas del Estado y de Petroecuador. Por ejemplo, Ecopetrol, la empresa pública petrolera de Colombia, cotiza en bolsa y logró duplicar la producción petrolera de la mano del sector privado.
Bonitas metas para Petroecuador: cotizar en bolsa (transparencia y autonomía) y duplicar la producción (inversión). ¿Pactarán con China?