Economía y Desarrollo
El 70% de los hogares no logra cubrir el costo de la canasta básica
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
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Según datos del INEC, el ingreso laboral promedio durante 2022 fue de USD 457,97 mensuales. El número de perceptores de este ingreso por hogar fue de 1,4.
Estos promedios varían por decil de ingreso. En el 10% más pobre de la población, el número de perceptores de ingreso es de 0,9 personas, con un ingreso laboral mensual de USD 92,75; mientras que en el 10% más rico llega se encuentran 1,5 perceptores, con ingreso laboral de USD 1.102,34.
En los hogares, sumando los ingresos laborales de todos los perceptores, se observa un ingreso laboral total de USD 658,65, en un rango que va desde los USD 95,72 en el decil más pobre, hasta USD 1.645,01 en el decil más rico.
La situación se agrava cuando se observa el número de personas en el hogar. Esto es la cantidad de personas cuyas necesidades deben ser cubiertas con ese ingreso.
En promedio, los hogares más pobres tienen 4,9 miembros, mientras que en el 10% más rico los hogares tienen 2,6 personas.
Para poner en perspectiva estos números, se puede comparar el ingreso laboral con el costo de la canasta básica.
En 2022 el valor promedio de la canasta básica fue de USD 744,62. Este rubro se calcula pensando en un hogar tipo de cuatro integrantes. Es decir, USD 186,16 por persona.
De esta manera, se observa que el ingreso laboral total del hogar per cápita cubre apenas el 10,6% del costo de la canasta básica, en el caso de los hogares que están en el segmento del 10% más pobre.
Es más, se evidencia que el 70% más pobre, o los primeros siete deciles, no logra cubrir el costo de la canasta básica con su ingreso laboral.
Por su parte, el 10% más rico cubre la canasta básica en más del 337%.
Esta realidad da cuenta de la urgencia de incrementar el ingreso laboral.
Para esto es necesario lograr aumentos de productividad, mediante el acceso democrático a educación, tecnología e insumos productivos, los controles de las cadenas de comercialización para asegurar el ingreso justo a productores, fortalecer la regulación laboral para el pago de salarios justos, entre otras medidas de políticas públicas enfocadas en una justa distribución de riqueza en favor del trabajo.
Y para garantizar el bienestar de las personas hay que fortalecer los mecanismos de redistribución con mayor progresividad tributaria, eliminando los subsidios al Impuesto a la Renta de sociedades, y grabando los patrimonios y las herencias millonarias, al tiempo que se expanden las transferencias monetarias hacia todos los hogares que no logran cubrir el costo de la canasta básica.