De la Vida Real
El coronavirus marcó la jornada de las medidas económicas
Es periodista y comunicadora. Durante más de 10 años se ha dedicado a ser esposa y mamá a tiempo completo, experiencia de donde toma el material para sus historias. Dirige Ediciones El Nido.
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El martes pasado, estaba haciendo la cena para que los guaguas ya se vayan a dormir temprano. En eso suena el teléfono. Pacaí, da contestando.
-Ya, pá, yo le digo a mi má.
-Má, dice mi pá que va a llegar un poco tarde porque Lenín (Moreno) va a anunciar unas medidas económicas. Má ¿eso significa que mañana hay vacación?
-No, rey, para nada.
-Es que la otra vez hubo como un mes de vacaciones, cuando subió la gasolina y se armó todo ese caos nacional e internacional.
-Pero, Pacaí, ni fregando se vuelve a meter con algo de la gasolina o el diésel.
-No sé, má. Vamos a ver qué dice…
Faltaban unos cinco minutos para las ocho, y yo quería ir a ver noticias. Terminamos de comer y fuimos los cuatro a ver la Cadena Nacional del Presidente de la República.
-Má, ¿qué son los subsidios?
-Amalia, es una plata que paga el Gobierno, y tú como persona pagas la otra parte.
-No, yo no tengo plata.
-Má, yo le explico mejor. El Gobierno te regala USD 50 para que pongas gasolina, y tú pones los otros USD 50. Bueno, tú no, pero pagas con la plata de los papis.
-Má, pero si quitan los subsidios y aumentan los impuestos, es como un poco estafa, porque todo sería carísimo.
Ver noticias con tres niños que no se callan es insoportable. Entonces les dije que mejor les leo el cuento, y se quedan dormidos.
-Má, pero ¿qué tal si mañana vienen todos los indígenas a protestar y hay vacación?
-No, ñaño. No van a venir, porque la gasolina no va a subir.
-Ya duerman.
Se quedaron profundamente dormidos, cada uno en su cama. Silencio total. Eran ya las 20:30. Por la ventana de mi sala veo una fila de autos gigantesca. Pensé que tal vez eran los policías haciendo controles de tránsito. Me pareció raro.
Vi en Facebook que decían que la gente estaba como loca haciendo fila para poner gasolina. Nada parecía tener mucho sentido, porque lo poco que entendí de las medidas que tomó Lenín es que no quitaba el subsidio a los combustibles. Entendí que eso lo resolverá el próximo gobierno.
De verdad, entre el coronavirus y las medidas económicas, lo que me asusta es la mentalidad de la gente en Ecuador y lo mal que explican las cosas.
Llegó mi esposo, nos quedamos conversando sobre las medidas económicas y viendo las reacciones de las personas por Twitter. Conclusión: cada uno interpreta las cosas como mejor le parece.
En la mañana, con un poco más de conocimiento, podría responderles a mis hijos sus inquietudes.
-Ya, chinitos míos, a despertarse.
-¿No hay vacación?
-No, Rodri. No hay vacación.
-A ver, explícame por qué no. ¿Qué dijo Lenín?
-Las medidas son… Chuta, que se paga una contribución a los autos avaluados en más de USD 20.000, pero eso lo va a decidir la Asamblea. Que van a eliminar instituciones públicas.
Niños, creo que no hay medidas económicas tan reales.
-Pá, ¿puedes venir a explicarnos mejor las cosas? Mi má definitivamente no ha entendido nada.
-Verán, chiquitos, más o menos todo sigue igual que antes. En realidad, hay que ver qué pasa.
-Pá, tienes que subsidiarme el bar de la escuela. Ya no tengo un centavo hoy.
Todos se fueron al colegio, mi marido al trabajo y yo me quedé con la incertidumbre de qué irá a pasar… y cómo responder estas cosas a mis hijos.
Ellos aman estar informados, enterados de las cosas, opinan y razonan. Pero ¿cómo se les explica lo que no se entiende porque no hay una sola certeza de lo que vendrá? Lo mismo creo que le pasa a Lenín y al Ministro de Finanzas.
Llegan mis hijos felices de la escuela el jueves.
-Má, ya no hizo falta que nadie proteste por las medidas económicas. El coronavirus nos dio vacaciones indefinidas.
-No son vacaciones, es una prevención de salud pública. Además, les van a mandar deberes y material para que no se atrasen con los estudios.
-Sí, pero, Má, lo cierto es que no vamos a ir a la escuela.
Me quedé pensando en que esa es la única medida clara hasta el momento. Niños en la casa, padres desesperados y seguramente supermercados abarrotados por la misma gente que hizo fila por horas para poner gasolina ante la supuesta especulación económica…