Con Criterio Liberal
Coronavirus: es hora de escuchar a la Autoridad Suprema
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Tras el descubrimiento de algunos casos de coronavirus en Ecuador muchos parecieran actuar como si llegase el Apocalipsis.
Pero pongámonos en perspectiva, a día de hoy los muertos (que Dios los tenga en su gloria) por coronavirus en el mundo son menos de 3.000 según las fuentes oficiales.
Claro que coincido en que la confiabilidad de las estadísticas chinas en general es dudosa, pero son los datos avalados por la Organización Mundial de la Salud y los únicos de que disponemos.
En China hay, cada mes, unos 835.000 fallecimientos. Un 0,3% de las muertes en China este mes son por coronavirus. Ya no parece tan alarmante.
Algunos usan modelos para hacer proyecciones de contaminados y fallecidos, casi siempre muy alarmistas, y aunque los modelos pueden ser útiles para tener una mejor idea de cómo infecta el virus, tampoco podemos creer que sus predicciones son certeras.
Dependerá de cómo actuemos, de lo que descubramos sobre el virus y de cómo reaccionemos. Nadie sabe lo que ocurrirá, pero ya sabemos lo que ocurrió con otras enfermedades, como el Zika, la gripe aviar, la influenza tipo H1N1.
A partir de aquí, saltan la histeria y las acciones. El incentivo del político es sobre-actuar sin calcular si las medidas son realmente efectivas o necesarias. Pues si hace 'algo' parece que actúa, y el costo de su actuación lo pagamos los ciudadanos; si no actuase, parecería que es indolente, y si se dan casos de infección será recriminado por ello.
Pero las actuaciones tienen incidencia sobre el crecimiento económico, y eso también preocupa a los políticos. Las autoridades se ven en una disyuntiva y pareciera que o son culpables de la enfermedad o que han de curarla.
La recomendación de las autoridades sanitarias es, básicamente, lavarse las manos. No es usar mascarilla como lo creen muchos de quienes se han lanzado a las farmacias a comprarlas.
Tampoco entiendo muy bien por qué se supone que los ciudadanos ahora harán caso a las autoridades del Ministerio de Salud o de la Organización Mundial de la Salud, si no han hecho caso a la Autoridad Suprema, que son sus madres, cuando les decían desde niños que se lavaran bien las manos (y también detrás de las orejas al bañarse).
Viendo la histeria con la que actúan tantos parece que en nuestros tiempos se olvida la gran verdad de la vida: vamos a morir todos. Antes o después, con total seguridad.
No se alarmen demasiado, no vamos a morir todos del coronavirus, no vamos a morir todos el mismo mes, ni el mismo año, ni por la misma causa.
Es importante tomar con perspectiva y serenidad esta amenaza, como todas las demás; ser prudente, como con todo lo demás; y hacer siempre caso a la autoridad, como con todo lo demás.
Y escuchar a la Autoridad Suprema, nuestras madres, cuando nos recomiendan que no vayamos a lugares muy aglomerados y que no intercambiemos fluidos con extraños.