Al aire libre
Las generaciones Z y Alfa y las tendencias para 2023
Comunicadora, escritora y periodista. Corredora de maratón y ultramaratón. Autora del libro La Cinta Invisible, 5 Hábitos para Romperla.
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El bioterror y la cultura regenerativa son, entre otras, las tendencias que se afirman en 2023 y creo que van de largo.
'Notes from the Future', un programa que evalúa hacia dónde apuntan las miradas cada año, informa que los jóvenes contrarrestan el bioterror o temor a las consecuencias del cambio climático, con una cultura de bajar el consumo de recursos y regenerar la naturaleza.
"Devuelve más de lo que tomaste" es una manera de pensar que rechaza el hiperconsumo y prefiere experiencias, lo crudo y de la tierra, así como a otros seres vivos que no son humanos.
Las generaciones Z (nacidos en los años 90) y los Alfa (nacidos entre 2010 y 2025) son más conscientes de su salud, no están ligadas al alcohol y prefieren tiempo en familia y al aire libre. Son tecnológicos.
'Extincion Rebelion', el activismo de Greta Thunberg y otras iniciativas para despertar la conciencia ambiental, no han caído en saco roto. Los niños y jóvenes han recibido el mensaje de que vamos a acabar con todo si no hacemos algo. En cambio, los gobiernos toman decisiones laxas para salir del paso.
La esperanza es que la pandemia nos enseñó que el ser humano puede reaccionar y cambiar frente a una emergencia.
Y la historia nos ha mostrado que pocos pueden lograr que se hagan grandes cambios.
"Hay mucho más que hacer, y hacerlo pronto y a largo plazo", dicen estos grupos que, además, nos enseñan a actuar fuera de la pantalla.
Utilizar un cepillo de dientes de bambú y ser vegetarianos es un inicio que puede ser poco sostenible si lo que conseguimos es acabar con el bosque tropical para sembrar bambú y soja en su lugar, y satisfacer la demanda de utensilios 'naturales' y de carne vegana.
Adoptar una mascota tiene muchas consecuencias hermosas para el animal y su dueño. Pero como dicen los @putosmodernos en Instagram, ¿un perro abandonado en la jaula de una fundación es aún más desgraciado que un perro con collar en la jaula de la tienda de mascotas?
Y postean un cínico comentario:
-Animalistas que fomentan la adopción discriminando a los perros que están de venta.
Es tan sutil cada decisión que tomamos, que tal vez la mejor forma sea:
- Consumir menos: regla clave para el bolsillo y el planeta.
- Buscar el equilibrio dentro de la sostenibilidad. Por ejemplo, si soy carnívoro, que la carne venga de vacas, cerdos, borregos de libre pastoreo, sin hormonas ni químicos, o sea, 'felices' y 'naturales', que me nutran y no me enfermen.
- No juzgar sino educar.
- Ser comunitarios. El documental 'Together we grow' (juntos crecemos) de Happen Films muestra una comunidad que siembra huertas en el patio trasero de cada casa y la producción, que no se consume en su familia, va para niños necesitados.
A diferencia de décadas pasadas, los jóvenes reconocen que estamos en deuda con la naturaleza, los animales, con la pobreza y la alimentación.
Impactan las imágenes dolorosas de la invasión de Ucrania y de los terremotos en Siria y Turquía. Y casa adentro, las familias de venezolanos mendigando en las calles.
No importa la edad, todos podemos colaborar con plata y persona a proyectos de ayuda humanitaria, de educación, de salud, de protección de la naturaleza.
En un programa de radio, un barbero decía que su aporte es enseñar gratuitamente la técnica de barbería a jóvenes para que tengan trabajo.
Podemos separar un fondo para donar cada mes. Y quien diga que no puede porque no tiene, inspírese en Marisa Lazo, empresaria mexicana.
Ella empezó su negocio haciendo pasteles y, desde el primer día, decidió regalar un pastel al mes. Hoy tiene una producción exclusiva para donar.
Ella tiene porque da.
¡Pensemos!