Efecto Mariposa
¡La Cívica vuelve a las aulas!
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
Actualizada:
La ministra de Educación, Alegría Crespo, anunció el 1 de julio que la Cívica ha sido incluida, nuevamente, en la malla curricular educativa de Ecuador. El contenido de la materia mencionada se enfocará en temas como valores, ciudadanía, convivencia armónica, deberes y derechos.
Además de Cívica, se incorporarán al plan de estudios las siguientes disciplinas: Educación para el Desarrollo Sostenible, Educación Socioemocional, Educación Vial y Educación Financiera.
Todas las materias nuevas serán impartidas a los estudiantes de Educación General Básica y Bachillerato desde el próximo año lectivo, en el régimen Sierra- Amazonía, y desde 2025, en la Costa.
Como era esperado, el anuncio de la ministra causó polémica, puesto que, a nivel general, la enseñanza de Cívica ha ido perdido espacio en la educación de niños y jóvenes, debido a que los programas de estudios priorizan la formación de trabajadores productivos, mas no de ciudadanos.
Por un lado, hubo quienes se opusieron a la modificación, argumentando que la Cívica no es importante, que hay deficiencias en matemáticas, lenguaje y ciencias que deberían ser subsanadas, en lugar de introducir otras materias.
En el otro lado, estuvieron quienes aplaudieron la medida, aduciendo que la enseñanza de la materia en cuestión hará que los jóvenes tengan otra actitud en la vida cívica y política del país, y que esto es vital en la actualidad para salvar a Ecuador de la crisis de valores en la que está sumido.
A pesar de que quienes manifiestan que se debería reforzar el aprendizaje de lenguaje, matemáticas y ciencias tienen razón, quienes están a favor de la educación cívica igualmente la tienen.
A continuación, expongo cinco razones a favor de que la Cívica vuelva a las aulas en Ecuador.
1. Las instituciones educativas tienen la misión de formar ciudadanos informados y comprometidos con el país.
Considerando que la Cívica tiene como objetivo dotar a los niños y jóvenes de los conocimientos, las habilidades democráticas y las actitudes necesarias para participar efectivamente en la vida política y cívica, esta disciplina desempeña un rol importante para el cumplimiento de esta misión.
2. La participación política y cívica, resultado de la educación cívica, es esencial para el buen funcionamiento de la democracia.
3. Asimismo, la participación política y cívica es un indicador del desarrollo integral de los adolescentes y les inculcará la defensa de la libertad, la democracia y los derechos humanos.
4. En los últimos años, la educación se ha centrado en el desarrollo de personas “inteligentes” y con buen desempeño en matemáticas, lectura y escritura.
Sin embargo, no solo es necesario fabricar trabajadores intelectualmente brillantes, sino que también es imprescindible formar personas que puedan trabajar en equipo; con valores, como el respeto por las opiniones ajenas; que sepan comunicarse y convivir armónicamente con otras personas.
5. Por último, y no menos importante, el Ministerio de Educación tiene que cumplir una Ley. Una de las primeras enseñanzas de la Cívica es el cumplimiento de las normas.
En abril de 2024, la Asamblea aprobó algunas reformas a la Ley Orgánica de Participación Ciudadana, que fueron publicadas en el Registro Oficial en junio, entre las cuales consta el siguiente cambio al numeral 2 del artículo 40 de dicha Ley:
“En las mallas curriculares de todas las instituciones educativas a nivel nacional, se deberá impartir en cada año lectivo, al menos una asignatura para formación humana sobre valores, cívica, participación ciudadana y los contenidos de la Constitución, así como implementar actividades que fortalezcan la participación ciudadana.” [..]
Así, la enseñanza de Cívica en los centros educativos ecuatorianos sí puede contribuir a formar ciudadanos informados, participativos y comprometidos con la vida política y cívica. No obstante, no deberíamos esperar milagros, puesto que las investigaciones señalan que lo importante no es solo enseñar la materia, sino el cómo se enseña y quién la enseña.
En efecto, el papel de los profesores es primordial, pues sus valores y creencias inciden en lo que les enseñan en Cívica a los estudiantes. Por ejemplo, si un maestro cree que la política es sucia y que es mejor no meterse en ese tema, transmitirá esos mensajes a sus estudiantes.
Otro aspecto fundamental es que la mayoría de los profesores enfatizan la transmisión de conocimientos a través de recitaciones, actividades y ritos patrióticos, dejando de lado la resolución de problemas reales, ya que es más complejo desde el punto de vista de la enseñanza
El problema de la memorización de la educación cívica es que se ha comprobado que esta estrategia de enseñanza no tiene ningún efecto positivo en los estudiantes, sino que, por el contrario, los vuelve indiferentes y apáticos con los temas relacionados con política y democracia.
Lo anterior no implica que se debe prescindir de una educación cívica con conocimiento conceptual y procedimental, más bien el mensaje es que se debe trabajar en la parte conceptual sin descuidar la práctica y la conexión con la realidad.
Esta combinación permitirá que, al finalizar la vida estudiantil, los jóvenes estén en capacidad de contribuir efectivamente en los procesos públicos, puedan debatir sobre problemas reales, sepan cómo votar, quieran ser voluntarios y tengan una actitud de servicio para contribuir en su entorno, que puede ser un barrio, un grupo, una comunidad, el país.
Para finalizar este artículo, también es importante recordar que el hogar es la primera escuela y que los padres son los primeros maestros. Aunque los niños y jóvenes aprenderán formalmente educación cívica en los centros educativos, hay que educar también con el ejemplo en los hogares.
La inclusión de la Cívica en la malla educativa ecuatoriana es un paso positivo, pero no debemos esperar milagros. Con certeza, muchos de los protagonistas de los escándalos de corrupción más sonados del país deben haber cursado la materia y hasta deben haber obtenido buenas calificaciones.
La transformación verdadera vendrá con la enseñanza apropiada de la Cívica y con un esfuerzo conjunto entre las escuelas, las familias y la sociedad en su conjunto.