Matrix política
El engañoso círculo rojo
Consultor Político con 20 años de experiencia en campañas electorales, comunicación de Gobierno y gestión y management de la crisis. Catedrático universitario y conferencista en varios países de América Latina y en España.
Actualizada:
Según el Instituto de Comunicación Política círculo rojo “es la expresión con la que usualmente se denota al pequeño y cerrado grupo de intelectuales y líderes mediáticos que en un contexto nacional tienen a su disposición los espacios de comunicación más influyentes en la opinión pública, como televisoras, radiodifusoras, prensa escrita y publicaciones periódicas”.
Esta semana, que se hicieron públicas las cifras de las investigaciones de las empresas Comunicaliza y Perfiles de Opinión hubo tres datos que me llevaron a confirmar una tesis que ya vengo sosteniendo hace por lo menos una década: el círculo rojo en Latinoamérica en general y en Ecuador en particular, suele estar casi siempre hiper desconectado de lo que pasa en lo profundo de la sociedad en los países donde tiene relevancia.
Se ha convertido en una burbuja de percepciones, opiniones personales (que son absolutamente respetables, faltaba más, estamos en democracia), afectos y desafectos y que ha sido casi absolutamente cooptado por el fenómeno de la polarización.
Dato 1: apenas salieron las encuestas de la valoración del presidente Daniel Noboa, algunos medios, líderes de opinión y tuiteros influyentes volaron (literalmente) a utilizar adjetivos como “se ha desplomado” o “ha caído estrepitosamente”.
Pedí al principal de Comunicaliza la encuesta para analizarla con más calma y me pareció una locura lo que recién había visto en las redes sociales. ¿Por qué? Simple: porque para hablar de un desplome con objetividad podríamos ver lo que sucedió con Boric en Chile o Petro en Colombia en donde el primero llegó a caer en 6 meses a los 24 puntos y el segundo a rozar los 30.
Pero Noboa tiene un sólido 60%, una cifra que le deja intacta la gobernabilidad a su Gobierno. Alguna vez, un consultor de mucha experiencia me dijo que arriba de 50% es todo paz y tranquilidad, tienes un Gobierno fuerte y con apoyo. Debajo de 30% deberías prender las alarmas cuanto antes y debajo de 15% ya lo único que te puede sostener es el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Como verán, del 15 al 60 hay un tramo gigantesco. Mientras, algunos en el círculo rojo, ya le auguran lo peor. ¡Calma!
Dato 2: cuando la investigación consulta sobre la valoración de la Fiscal General de la Nación (que el círculo rojo defiende a rajatabla y en donde me inlcuyo -no por estar en el círculo pero sí por defender a Diana Salazar-), sus números son muy altos: 48,4%. Sin embargo, hay un porcentaje también considerable 24% (1 de cada 4 ecuatorianos) que no la valora bien (todos sabemos a qué grupo pertenecen pero ¡vamos! son la cuarta parte del país).
Y a esto un dato todavía más asombroso: hay un importante 13,2% que no sabe quién es la Fiscal General del Estado. Decidor: si eres un extraterrestre que aterriza hoy en la Tierra y consumes sólo noticias del círculo rojo ecuatoriano, pues podrías pensar que el apoyo a Salazar es unánime y está muy lejos de serlo. Tal vez por eso su estrategia de salir a hablar y contarle a la gente su lucha.
Dato 3: finalmente, y luego de haber leído a gente decir que el correísmo está muerto y que no hay nada que hacer para salvarlo, pues salen las cifras de valoración del expresidente Correa con iguales números de valoración alta que la Fiscal (48%) luego de todos los actos de corrupción de su Gobierno y de estar fuera (prófugo) del país durante 7 años. En política hasta algunos muertos malos, suelen revivir sin que nadie se dé cuenta.
Por eso es de suma importancia siempre, pero siempre, contrastar las narrativas, opiniones, hilos de Twitter, entrevistas en grandes medios y textos viralizados en whatsapp con datos duros, números, cifras que te lleven a una lectura adecuada y complementaria de que lo sucede en el país.
No vaya a ser que te quedes enganchado o endulzado por lo que dice el círculo rojo y cuando salgas y no consigas ni un voto te des con la piedra entre los dientes.