El fin de Cinema Paradiso y la revancha de Joker
Pablo Cuvi es escritor, editor, sociólogo y periodista. Ha publicado numerosos libros sobre historia, política, arte, viajes, literatura y otros temas.
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Uno: En la página 272 de 'Estallido', Iza, Madrid y Tapia explican la violencia, el robo en florícolas y el vandalismo diciendo que –desde una perspectiva marxista– son el resultado de una situación insoportable y que increpan al poder.
Y citan al socialista y novelista de los años 30, Enrique Terán: "la violencia es sagrada".
Más allá, excluyen de la revolución a los campesinos ricos, a la burguesía indígena y a toda la 'izquierda institucionalizada' que cree en las elecciones. Puro pueblo pobre liderado por el movimiento indígena.
Sin embargo, 'Estallido' es una edición de lujo, muy burguesa, con lindas fotos del asalto a Quito en octubre de 2019.
Sobre papel cuché de 150 gramos, sedoso al tacto, plantean la destrucción del capitalismo a mazazos y la instalación de un comunismo indoamericano. Pero no explican en qué consiste.
El libro salió en agosto de 2020. Iza amenazó con un levantamiento ya en junio de 2021. ¿Qué hicieron desde entonces en el Gobierno para evitarlo? ¿Cómo pudieron ser tan sordos?
Dos: De esa película de miedo pasamos a la decadencia de los cines, guiados por el comentario de un lector de mi artículo anterior sobre el ocaso de las librerías.
"Peor les fue a las salas de cine", dice. Y tiene razón, pues muchos de esos teatros cerraron a fines de siglo. O se convirtieron en templos evangélicos y centros de eventos.
Se incendiaron, como el Teatro Bolívar, ícono de los cines quiteños desde los años 30.
O corrieron igual destino que la sala de 'Cinema Paradiso', esa película tierna y nostálgica de 1989 que me mandó directamente el Capitol de Manta, el caluroso cine de mi infancia, con dos ventiladores que no espantaban ni las moscas y alguna pareja destrampando en un rincón del mezzanine.
Antes de la TV, la matiné del domingo era un ritual único, aunque las películas llegaban un año después de su estreno en Estados Unidos.
Pero quienes vimos de niños el triángulo amoroso entre Burt Lancaster, Gina Lollobrigida y Tony Curtis, en 'Trapecio', aprendimos para siempre que el triple salto solo conduce a la perdición.
Ya en Quito, el clímax del gran cine hollywoodense fue sin duda 'El Padrino' con el último de los actores legendario, Marlon Brando, y con el naciente Al Pacino, quien dijo que actuar con Brando era como actuar con Dios.
Pero la TV por cable y la apertura de las salas de cine más pequeñas y en hilera en los centros comerciales agudizaron la decadencia de los teatros, afectados ya por los DVD piratas que trasladaron el 'soft porno' del teatro Hollywood a los dormitorios conyugales.
La cartelera de esos cines de canguil y Coca Cola fue bajando de categoría, al tiempo que aumentaban las series, que llegaron a su esplendor con 'Mad Men' y 'Breaking Bad', cuyo capítulo final fue visto por 10,3 millones de espectadores.
Tres: Iza y compañía escriben que la mayoría de los saqueos de octubre de 2019 se produjeron "por una revancha contenida de los trabajadores y de las comunidades contra la industria florícola".
Para esclarecer las causas recurren a la película 'Joker', cuyo protagonista ha sido violentado en el hogar, denigrado en el trabajo, en la salud y los medios y está en una situación económica desesperante, "situación que atraviesa una significativa población". Su respuesta es la violencia en una ciudad en llamas.
La ira popular se fundamenta en causas materiales –concluyen–. Si la clase dominante quiere ahorrarse los efectos, que resuelva las causas. De lo contrario, habrá más octubres.