En sus Marcas Listos Fuego
Carta para Daniel Noboa: o la lees o nos matas
PhD en Derecho Penal; máster en Creación Literaria; máster en Argumentación Jurídica. Abogado litigante, escritor y catedrático universitario.
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Hola Daniel, me presento, soy Felipe. No, tranquilo no te vayas, que no busco un cargo público mis razones las hallarás aquí. Te escribo esta carta porque nos parecemos en algo: apreciamos el valor superior del trabajo incansable y de sus réditos.
Pero, sobre todo, te escribo porque en algo nos diferenciamos el uno del otro: de Derecho Penal y de combate al crimen organizado sé mucho más que tú. Y esto está bien, porque tenemos profesiones distintas, conocimientos distintos.
Por eso quiero que prestes mucha atención a estas líneas, donde te daré un consejo para que las mafias no nos coman vivos, para que la delincuencia no nos digiera lentamente, para que la corrupción no nos defeque en las cabezas.
¿Puedes en año y medio cambiar la seguridad del país? Sí. Puedes. El secreto no está únicamente en una policía mejor armada, en nuevos trucutús, en militares haciendo de las calles su pasarela. Esas no son técnicas para el crimen organizado altamente tecnologizado.
Así que, para darte este corto consejo, voy a empezar explicando la solución desde la lógica del dinero, de la generación de riqueza, del interés compuesto, del ahorro programado y del gasto en los bienes de Veblen, temas que dominas y que entenderás mejor que nadie.
- Cuando una persona trabaja, ¿qué busca? Una contraprestación por su tiempo y esfuerzo invertido.
- En nuestra sociedad, ¿cómo se materializa esta contraprestación? En una
remuneración materializada en dólares.
- ¿Para qué necesita dólares una persona? Para adquirir insumos que le permitan
subsistir.
- ¿Cuándo los dólares rebasan las necesidades básicas, en que se convierten?
Aquí se generan tres opciones: a) en ahorro; b) en gasto; o, c) en inversión.
Esta misma lógica opera en el mundo criminal. Pensar que un muchacho narco quiere vender un kilito de coca porque está cool vender un polvo blanco, es ingenuo. El sembrador, el cultivador, el cosechador, el productor, el distribuidor y el vendedor de drogas, ¿qué quiere?
Una contraprestación por su tiempo y esfuerzo invertido, es decir: dólares.
La actividad criminal, no por ser ilegal, deja de ser una actividad capitalista. Si bien el origen del dinero es ilícito, lo que se busca es precisamente eso: generar dinero para subsistir y, obvio, para ahorrar, gastar o invertir.
Pero a diferencia de ti y de mí, Daniel, que cuando vendes harina, banano, bienes raíces, etc., o, en mi caso, servicios jurídicos o libros, contamos con un respaldo contable (facturación) para justificar el dinero que ingresa a nuestros bolsillos.
Lo que nos permite gozar de ese dinero invirtiéndolo en la bolsa, comprando un carro, abriendo una póliza, cenando en un restaurante, etc., el criminal tiene un inconveniente que nosotros no: él no puede justificar el origen de sus billetes y no puede disfrutarlos con libertad.
Déjame ser más didáctico por respeto a todos mis lectores: X gana USD 100.000 de la venta de fentanilo. Pero obvio, no factura, ergo, no puede justificar a la administración tributaria ese ingreso. Si no puede justificarlo, tampoco lo puede bancarizar o gastar a su antojo.
Si no declara ingresos (lícitos), ¿cómo podría justificar tener un Maserati, una casa en Isla Mocolí o en Tumbaco, el gasto corriente de las cuentas del colegio privado de sus hijos o un seguro de salud internacional?
¿Te das cuenta? El criminal tiene un gran problema: tiene los bolsillos llenos de dinero, pero no lo puede gozar porque, si lo goza, levanta alertas.
El oficial de cumplimiento del banco lo reportará; la UAFE saltará escandalizada, emitirá un Informe de Operaciones Inusuales e Injustificadas (ROII) y la Fiscalía junto con la Unidad de Lavado de Activos (ULA) lo acusará y los jueces de nuestro país lo encerrarán hasta por 13 años por el delito de blanqueo de capitales.
¿Leíste bien el párrafo anterior sobre la tragedia que viven nuestros criminales? Espero que sí, porque en ese corto párrafo está la clave de todo: la clave de todo es que, si ese párrafo fuese verdad, ser criminal en este país no fuese tan rentable como efectivamente lo es.
Lo que sucede, Daniel, es que en este país nadie combate el lavado de activos con seriedad. Los oficiales de cumplimiento auscultan a los ciudadanos honestos hasta debajo de las piedras, mientras que a los de dudosa procedencia los dejan pasearse como Pedro por su casa.
La UAFE en el 90% de los casos persigue inocentes (te recomiendo leer esta columna) y en el 10% de los casos de verdaderos lavadores hacen unos ROII tan patéticos, tan de Kindergarten, que los criminales se les escapan entre los dedos.
La ULA es una unidad de extorsionadores, con 50% de investigadores honestos y 50% de investigadores que venden sus informes "favorables" al mejor postor.
¿Y qué recibe Fiscalía? Basura, toneladas de pestilente basura que no sirve para nada más que para fertilizar con sus lixiviados. ¿Y qué reciben los jueces? Casitos de cartón, meras especulaciones que no se sostienen ni con baba. Por eso absuelven.
Por ello, y no porque no haya lavado de activos, el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado ha determinado que en el periodo 2016-2020 que solo se obtiene alguna clase de condena en el 17% de los casos presentados ante la justicia.
¿Te das cuenta, Daniel, que combatir a estos galarifos no se sustenta en el calibre de la munición, sino en el calibre de las neuronas? La lógica civilizada, pensante, debe ser la siguiente:
- El criminal produce dinero ilícito.
- El criminal quiere gastar ese dinero en prostitutas, diamantes, autos, casas,
viajes, educación, salud, etc. - Cuando el criminal gasta, se va preso.
Daniel, te lo digo fuerte y claro: si quieres patear el tablero golpéales donde nadie les ha golpeado: en el goce de los réditos de la criminalidad.
Mientras lavar dinero siga siendo impune, gratuito, pan comido, los ríos de caudales de dólares sucios seguirán sepultando las buenas intenciones de cualquier presidente, porque créeme, el Crimen Organizado tiene más dinero que el Ecuador entero.
Llevamos ya demasiados años gobernados por individuos de dos neuronas (la primera la utilizan para respirar y la segunda para mantenerse parados). Te invito a que veas este panorama desde otra perspectiva: la financiera.
Tu otra opción es ignorarme, pero si lo haces, por favor, tú pagas mi entierro. Porque si este país no da un giro de 180 grados, la tumba prematura es la que a todos nos espera.