Campaña presidencial: demagogia y meteduras de pata

Quién habría imaginado que la célebre frase de Eurípides, uno de los tres grandes poetas trágicos griegos junto con Esquilo y Sófocles, "no es lo esperado lo que sucede, sino lo inesperado lo que acontece", dicha 400 años a. C., se cumpliría en las elecciones de 2023, en Ecuador.

Cuando Jan Topic grabó un video fumándose un porro de marihuana, que en realidad habría sido CBD, no sospecharía el efecto que tendría en su campaña, al punto de tener que mutar su estilismo, que ya había pasado del camuflaje inicial a una chompa de cuero, por un terno oscuro y camisa blanca, impecable.

El humo que inhaló Topic circuló por las redes generando controversia, lo que obligó a su mentor político, Jaime Nebot, a salir en su rescate, diciendo que fue "una broma". Y al mismo candidato a admitir el error y disculparse.

Hoy, Topic emula con sus manos el famoso “rombo” que popularizó la excanciller, Angela Merkel, hasta volverlo su sello de identidad, y que es copiado por los políticos de todas partes del mundo, desde que en sus primeras campañas asomara en unos carteles con la leyenda: el futuro de Alemania en buenas manos. 

Yaku Pérez tampoco habría calibrado el alcance de su anuncio de que usará parte de la reserva del Banco Central del Ecuador (BCE); entre USD 1.000 millones o USD 1.500 millones, para encarar las urgencias del país, sabiendo que, en dolarización, usarla es cuando menos una aventura riesgosa.

Y porque aún se recuerda lo que supuso que el Gobierno de Correa tomase los fondos del Central para financiar el gasto público, y entregase a cambio Cetes y acciones de la banca pública, "papeles ilíquidos que el Central no tiene cómo vender", quedando, hasta ahora, una deuda impaga de USD 6.000 millones. 

También ha generado interrogantes que Yaku hablara de libre acceso a las universidades públicas, no solo porque está reñido con la calidad académica que se pretende mejorar, sino porque es irrealizable, pues no hay cupos suficientes, porque los presupuestos no alcanzan.

En el programa Hora 25, luciendo una corbata roja, Fernando Villavicencio anunció que entregará el Banco del Pacífico al Seguro Social, como parte de la deuda del Estado, para que se convierta en el más importante banco del país; lo que desconcertó a no pocos de sus adherentes. 

Antes, había dicho que una de sus prioridades será que el Estado pague la enorme deuda al IESS, que solo en el componente de salud bordea los USD 4.000 millones. 

En esa misma entrevista, el candidato de Construye anunció que votará Sí en la consulta para dejar el petróleo del Yasuní bajo tierra. 

Cuando Luisa González reveló, en Ambato, que en su época de colegiala fue una mojigata, no habría imaginado que un estudiante ripostaría reflexionando si alguien mojigata pudiera ser líder. 

Ni que su confesión de que será Rafael Correa quien dirigirá la política económica en un eventual gobierno suyo, que suena a gratitud, traería a la memoria el errático manejo de la economía, durante la década que gobernó su mentor, y asustar a no pocos.

Nadie ha olvidado el agresivo endeudamiento a tasas de interés escandalosas en el que embarcó al país, justamente cuando se contaba con los mayores ingresos por los precios históricos del petróleo; el uso de las reservas del BCE; y cómo dispuso de la plata del IESS para inversiones fallidas como en Coca Codo Sinclair. Y cuando ordenó a su delegado pasar el dinero del Fondo de Pensiones al de Salud, mientras él cortó el aporte del Estado para los jubilados.

En lo que va de la campaña, Otto Sonnenholzner cuya consigna es Paz, Plata y Progreso, ha esquivado pronunciarse, de manera explícita, sobre varios asuntos, incluido cómo votará en la consulta para dejar o no el petróleo del Yasuní bajo tierra, a pesar de que su binomio trabajó en esa iniciativa, durante el Gobierno de Correa.

La campaña del candidato de Suma y Avanza se mueve sin hacer olas; tiene una presencia sostenida en las redes, y observa rigurosa disciplina en los temas que aborda, en la simbología y su propio estilismo de jean, camisa blanca y zapatos tipo campero; más una chompa para la sierra.

Dice no ser de derecha ni de izquierda y ha evitado la confrontación, pero grabó un vídeo para responder a lo que llamó campaña sucia, usando la palabra “cloaca”, aunque sin mencionar nombre alguno. 

Las dudas de Xavier Hervas que primero anunció no sería candidato y luego que sí, retrasaron su campaña, que también fue impugnada, y perdió valioso tiempo. Apenas calificada, hizo una declaración y erró. No solo fue lo dijo, sino cómo lo dijo.

"Que no nos vengan a decir que no hay dinero (…). La reserva internacional supera los USD 9.000 millones y tanto que quieren decir que ese dinero no es del Estado", espetó el aspirante de RETO, lo que causó comentarios en voz baja. Un real S.O.S. para la campaña de alguien que se promociona como empresario.

El TikTok que, en la campaña de 2021, fue su fetiche, esta vez parece no tener las mismas virtudes, porque todos los candidatos lo usan y el ingenio no es de su exclusividad.

Daniel Noboa, de ADN, parece moverse haciendo poco ruido. Ha ofrecido bajar la planilla de la luz de 5 a 3 centavos y crear empleado. Días atrás, denunció que, de las 184.000 empresas existentes, entre 2021 y 2022 han cerrado 40.000; mientras que los cinco mayores bancos habrían obtenido, en ese período, USD 200 millones más de utilidades.

Votará 'Sí' en la consulta del Yasuní, porque según sus cálculos es más rentable dejar el petróleo bajo tierra y preservar la naturaleza.

El candidato Bolívar Armijos, de pasado correísta, y que va por el movimiento Amigo que lo fundara el ex asambleísta Daniel Mendoza; se mantiene inamovible en el último lugar en las encuestas. No ha hecho ni grandes anuncios ni ofrecimientos llamativos.

¡En fin!

Lo que pasa en el país y lo que dicen los candidatos producen leves movimientos en el tablero electoral, cada semana. La campaña ha entrado en la etapa decisiva.

De los ocho participantes, hay algunos que hasta pudieran ser buenos presidentes, pero, definitivamente, no son buenos candidatos; no solo por apelar a la demagogia, sino por meter la pata, de manera insufrible.

En ese caso, no hace falta apelar a Eurípides cuando dijo: "no es lo esperado lo que sucede, sino lo inesperado lo que acontece".