'Bullying' académico: profesores e investigadores también lo sufren
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El 'bullying' académico es un tipo de maltrato laboral propio de las instituciones de educación superior y que sucede en el mundo entero. Se manifiesta de diferentes maneras, incluyendo intimidaciones, ridiculizaciones, amenazas de despido o, incluso abusos, físicos y/o sexuales.
Además, los acosadores menosprecian el trabajo académico de las víctimas, ignorando sus aportes intelectuales y minimizando sus esfuerzos entre sus compañeros.
El 'bullying' también incluye comportamientos o comentarios sexistas, racistas, homofóbicos y xenófobos. ¿Cuáles son las causas, las consecuencias y las posibles soluciones frente a ese fenómeno?
El maltrato incluye comportamientos o comentarios sexistas, racistas, homofóbicos y xenófobos.
De acuerdo con las investigaciones, la diferencia de poder entre el investigador principal versus el resto del equipo (naturaleza jerárquica de la academia) crea un ambiente óptimo para el 'bullying'.
Otras causas también incluyen ambientes competitivos con bajos recursos y la errónea percepción de que el comportamiento tóxico no puede ser erradicado.
Los acosadores académicos intolerantes carecen de confianza en sí mismos y tienen una gran necesidad de controlar las situaciones. ¿Quiénes son los más afectados? Según los datos, los jóvenes investigadores, desde estudiantes hasta profesores adjuntos, tienen un mayor riesgo de sufrir este tipo de maltrato.
La mayoría de víctimas se rige por el miedo y permanece en silencio. En los pocos casos en donde los investigadores decidieron testificar, muchos tuvieron que dejar sus puestos mientras que los agresores mantuvieron sus cargos reincidiendo en su conducta.
En los pocos casos en que los investigadores decidieron testificar, muchos tuvieron que dejar sus puestos.
Según datos de la Wellcome Trust (Reino Unido), el 43% de académicos ha sufrido 'bullying', mientras que el promedio para el resto de profesionales oscila entre el 10% y el 20%. Alarmantemente, las mujeres (49%) tienen mayor riesgo de sufrir 'bullying' que los hombres (34%).
En Ecuador, las cifras son similares a los estudios internacionales: cuatro de cada 10 docentes han sufrido acoso. ¿Qué consecuencias trae este tipo de maltrato? Ansiedad, depresión, fatiga crónica, ira, baja autoestima, pérdida de confianza, e incluso suicidio.
Este maltrato también ocasiona que muchos jóvenes talentosos dejen la academia, empujándolos a buscar puestos muy alejados de la investigación científica. Las instituciones también se ven afectadas en su reputación, observándose una disminución de las matrículas universitarias.
Muchos jóvenes talentosos dejen la academia.
Es una pérdida profunda para la ciencia, especialmente en Ecuador, donde los científicos son escasos y las prioridades de investigación han tenido que replantearse debido a la pandemia.
Las instituciones deben crear un entorno seguro para que los perjudicados denuncien, evitando la revictimización (sufrimiento añadido al momento de investigar el delito) y ofreciendo apoyo legal y psicológico.
Otra solución podría ser la creación de un comité interinstitucional que tenga la potestad de tratar cada caso de manera imparcial y sin conflicto de intereses. Los académicos ecuatorianos tenemos el deber ético y moral de denunciar este tipo de maltrato.
Los científicos no solamente deben ser intelectualmente hábiles, sino también emocionalmente excepcionales, prestos a desafiar el status quo y a crear una mejor sociedad. Debemos fomentar la humildad sobre el egocentrismo, el compañerismo sobre la competitividad y la colaboración sobre la rivalidad.
Los académicos ecuatorianos tenemos el deber ético y moral de denunciar este tipo de maltrato.