Contrapunto
El buen gusto por la música
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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En esas encuestas que transitan diariamente por las redes sociales se muestra la realidad de los usuarios, no necesariamente de la sociedad, sobre variados temas de actualidad. Algunas pasan inadvertidas y no obtienen más de 30 o 50 votos; otras, básicamente sobre asuntos muy populares, alcanzan miles de votos o de 'likes' (me gusta).
La música clásica, por ejemplo, no despierta demasiado entusiasmo en las audiencias; sin embargo, llamó la atención el alto número de participantes (cerca de 300) en la votación por dos directores musicales latinoamericanos: Daniel Barenboim (argentino-israelí-español-palestino) y Gustavo Dudamel (venezolano).
Como dirían los encuestadores políticos, el resultado fue un empate técnico, con un pequeño margen a favor de Dudamel que, por lo que se leyó en algunos comentarios, es muy conocido porque es el más importante discípulo del músico José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles, que sacó de la marginalidad a millares de niños de los barrios pobres de Caracas.
Dudamel dirige actualmente la orquesta juvenil Simón Bolívar y recorre los más importantes escenarios europeos y mundiales. Barenboim, también uno de los mejores pianistas del mundo, fundó la West-Eastern Divan Orchestra, con cerca de un centenar de jóvenes músicos israelíes, palestinos, jordanos, libaneses para promover la paz mundial.
Barenboim estuvo en Quito con su orquesta y, el 13 de agosto de 2010, dirigió dos sinfonías de Beethoven en la Casa de la Música. En la actualidad es uno de los mejores intérpretes de la música de Beethoven y de Wagner; Dudamel ha tocado todas las sinfonías de Mahler y también la excelsa obra de Berlioz.
Para un crítico es imposible decidir cuál de los directores es mejor. El siglo XX fue importante por la calidad de directores que interpretaban las obras musicales. Solo por mencionar algunos: Karajan, Bernstein, Abbado, Mehta, etcétera. ¿Cuál es mejor? Todos fueron prolijos intérpretes de la música académica.
Algo similar ocurre con las óperas, con las sonatas, los conciertos para violín o piano, las sinfonías. Antes que preguntar cuál sinfonía es mejor, es preferible indagar ¿cuál quinta sinfonía prefieres? Puede ser la de Beethoven, Mozart, Tchaikovski, Shostakovich, Shubert, Haydn.
Tampoco es posible decidir si es mejor la ópera española, la italiana, la francesa o la alemana, incluso la brasileña o la ecuatoriana. Muchas veces la música tiene que ver con la experiencia personal de haber oído a Puccini, Verdi, Salieri o Rossini.
También se podría preguntar cuál de todos los réquiem le agrada más. Aquí la respuesta más generalizada estaría entre el de Mozart y el de Verdi, que son los más conocidos en nuestro medio; pero hay otros réquiem tan conmovedores como el de Berlioz o el alemán, de Brahms.