Iluminaciones
¿Ha llegado con Biden la hora de los políticos moderados?
Economista y periodista. Trader de commodities, índices y monedas.
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La victoria de Biden ha tenido un efecto balsámico sobre muchos de nosotros. Tal vez más sobre quienes hemos sufrido las consecuencias de un populismo autoritario y corrupto como el que tuvimos en Ecuador.
La sola idea de que Estados Unidos –la sociedad más libre y abierta de la historia– pudiera convertirse en territorio ocupado por los peores vicios ideológicos era espeluznante.
Sobre todo por la importancia innegable que tiene ese país no solo sobre la economía sino también sobre la cultura y la civilización del mundo.
Por eso es que el triunfo de Biden ha sido interpretado por muchos como un retorno del sentido común y de la razón; como un acto de contricción de muchos votantes norteamericanos que se dejaron seducir por el discurso supremacista de un político sin escrúpulos.
En ese sentido, Biden es la antípoda de Donald Trump, el populista autoritario. Muchos dirán que el nuevo Presidente electo no es un líder carismático ni dueño de un discurso poderoso e inspirador. Seguramente tendrán razón.
Pero también tendrán razón quienes vean en Biden a un gobernante experimentado y pragmático; a un personaje perfectamente capaz de escuchar a sus oponentes y construir consensos donde, a primera vista, es imposible hacerlo.
Ciertos sectores de la sociedad ecuatoriana han mostrado su preocupación por el triunfo de Biden.
"Con Trump nos fue bien", han dicho, porque su Gobierno nos apoyó en el reperfilamiento de la deuda externa y ayudó a que los organismos multilaterales, como el FMI, continúen financiando al país.
A mi modo de ver, todo ese apoyo hubiera venido de cualquier otro Gobierno estadounidense, independientemente de su signo político, porque la pandemia trastocó por completo la lógica económica y financiera que imperaba en los mercados internacionales y en las agencias multilaterales.
Discusiones aparte, creo que el triunfo de Biden también será beneficioso para Ecuador y para la región en general, porque marcará el regreso de una política mucho más respetuosa de las instituciones y de los debidos procesos; de una actitud política más respetuosa de la democracia y del imperio de la ley.
Durante las últimas décadas, el ejercicio de la política se ha caracterizado por la promoción del espectáculo por encima del contraste de ideas y propuestas.
El triunfo de Biden y la irrupción de Kamala Harris en el escenario político mundial permitirán, seguramente, el retorno de ese clima más moderado que se necesita para encontrar acuerdos y consensos.
Ojalá el electorado ecuatoriano se dejara contagiar por esa actitud reflexiva que, al parecer, ha sobrevenido sobre una amplia mayoría de los votantes estadounidenses.
Acá en Ecuador también necesitamos políticos que no sean blandengues, pero sí moderados, es decir, capaces de gobernar con el sentido común, al margen de ideologías políticas extremas.
@GFMABest