Dato y Relato
Beyoncé lo anticipó: 'to the left, to the left'
Ph.D. en Economía Universidad de Boston, secretario general del FLAR y docente de la UDLA. Ex gerente general del Banco Central y exministro de finanzas de Ecuador, y alto funcionario de CAF y BID.
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Mientras el Consejo Nacional Electoral estaba contando los votos en las elecciones seccionales, Beyoncé ganaba su Grammy #32 y se convertía en la artista más premiada de la historia por esa organización.
Además de su talento musical, parece haber tenido alguna capacidad de anticiparse a lo que iba a suceder en la política latinoamericana.
Los términos izquierda y derecha son algo obsoletos en política (y Beyoncé no se refiere a eso en sus canciones). Sin embargo, los utilizaremos para describir las tendencias en la región.
Ya en 2006, el éxito de la cantante 'To the left, To the left (Irreplaceable)' fue usado para ilustrar el auge de gobiernos de izquierda con Lula, Chávez, Kirchner, Correa y otros que pintaron de rojo el mapa político de nuestros países.
Con el final del súper ciclo de precios de las materias primas y, en varios casos, por escándalos de corrupción y mal manejo macroeconómico, el péndulo giró a la derecha con Macri, Bolsonaro, Lacalle, Lasso y otros, que repintaron de azul a América Latina.
Sin embargo, el descontento frente a algunas de esas administraciones y su falta de resultados, hicieron que el péndulo retornara a la izquierda con Boric, Petro, Lula y otros. De alguna manera, Beyoncé ya evocaba ese regreso, con su álbum 'Renaissance', ganador del último Grammy.
El más reciente episodio de este giro se dio en las elecciones seccionales de Ecuador, en donde el Movimiento Revolución Ciudadana (RC) del expresidente Correa captó las principales alcaldías y prefecturas (gobiernos provinciales) del país.
Le siguió el movimiento Pachacutik, también de izquierda. Las dos agrupaciones se impusieron en 14 de las 23 provincias ecuatorianas.
Pese a que faltan todavía dos años, y en política esto es una eternidad, los cálculos electorales para 2025 están a la orden del día y parecerían favorecer el regreso de la RC.
Una de las sorpresas la dio Aquiles Álvarez, joven empresario y dirigente deportivo, que ganó la Alcaldía de Guayaquil con casi el 40% de los votos. Terminó así con más de 30 años de hegemonía socialcristiana en esa ciudad.
Es una especie de outsider en el correísmo: no participó en el gobierno de la RC y no está involucrado en casos de corrupción. Invoca con facilidad a Dios, Correa y Barcelona, una tríada casi invencible en la política ecuatoriana.
Aunque está recién empezando su carrera política, es una figura a seguir. Por ejemplo, si se diera una hipotética dupla con Paola Pabón (reelegida prefecta de Pichincha con el 28% de los votos), podría ser una fuerte opción presidencial de la RC. Juntos, obtuvieron más de 917 mil votos.
Los nuevos dignatarios de esta tendencia deberán cumplir con su oferta electoral, pero es claro que también estarán trabajando para captar la presidencia en 2025. Para ello, tendrán al menos dos estrategias.
Una es la forma tradicional-clientelista de hacer política, que impulse propuestas demagógicas, contratos y empleos públicos que beneficien a sus allegados. Es probable que dicha estrategia sirva para llegar a la Presidencia, pero sería insostenible e inconveniente para el país.
Otra manera de hacerlo sería a través de una gestión eficiente, tolerante y transparente, que busque acuerdos para resolver los problemas de la gente y mejore los servicios en ciudades y provincias.
Si se elige esta opción, se esperaría que los resultados positivos sean la base de cualquier campaña futura y no el clientelismo. En el camino, la mayoría de los ciudadanos saldríamos ganando.
De lo contrario, el péndulo podría volver a la derecha en el futuro cercano, pero a costa de mucho daño y retroceso para el Ecuador.