Contrapunto
Beethoven, Goethe y el incidente de Teplice
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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La historia de la música registra abundantes anécdotas, la mayoría reales, otras tantas convertidas en mito, como por ejemplo el incidente de Teplice, que involucró a dos genios alemanes: el músico Ludwig van Beethoven (1770-1827) y el poeta Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832).
El músico y el poeta caminaban y conversaban en una calle del balneario de Teplice, Bohemia (actual República Checa), cuando se encuentran de frente con el emperador Francisco I y su familia; Goethe se detuvo para saludar, mientras que Beethoven siguió su camino.
Un gesto del músico alemán que para la época resultaba grotesco si se considera el poder que tenía entonces la monarquía.
Beethoven era de la opinión de que no tenía por qué ceder el paso al rey y a su corte, eran ellos los que debían ubicarse a un costado de su camino.
Acerca del incidente de Teplice se han escrito libros y muchas conjeturas, porque en realidad no hay documentos o testigos que verifiquen que el episodio ocurrió.
Incluso existen pinturas, la más famosa es la del alemán Carl Rochling, que muestra al poeta en una pose reverencial, con su sombrero en la mano derecha y, unos pasos más adelante, a Beethoven con su sombrero puesto.
Algunos biógrafos del músico aseguran que un Beethoven desafiante se acomodó mejor su sombrero al paso de Francisco I y su corte.
Goethe, según las versiones, atribuyó el gesto de Beethoven a su personalidad indómita, en tanto que otros consideran que el hecho evidente de su sordera le causaba problemas de relacionamiento social.
La idea del mito sale del hecho real de que el incidente se conoció a través de la escritora alemana Bettina Brentano o Bettina von Arnim (1785-1859), que mantuvo relaciones epistolares con el músico y también con el poeta y dramaturgo, lo que supondría que el episodio narrado fue real.
Sin embargo, el musicólogo inglés, Tim Blanning, asegura que "por desgracia, la carta de Beethoven a Brentano, en la que relataba el suceso, no ha sobrevivido".
El mismo Blanning recoge así el incidente: Goethe, el perfecto cortesano, se apartó e hizo una profunda reverencia, mientras que Beethoven se quedó parado desafiante y dijo "cójame del brazo, son ellos los que deben apartarse, no nosotros".
El incidente ocurrió hace 210 años, en el verano de 1812, en el balneario de aguas termales Bad Teplitz, al que acudían muchos europeos para curarse de los dolores reumáticos.
El crítico de música uruguayo, Juan Carlos Tellechea, corrobora en 'Mundo Clásico' que Bettina von Brentano "no fue testigo ocular" y que había llegado a Teplitz algunos días después del incidente.
Y aporta con el criterio del poeta sobre el músico y viceversa. Goethe: "Nunca había visto un artista más parco, más enérgico, más recóndito. Entiendo muy bien cómo tiene que enfrentar con extrañeza al mundo".
Beethoven: "A Goethe le gusta demasiado la atmósfera de la corte, más de lo que le conviene a un poeta".
Según Tellechea, entre 1811 y 1812, el músico alemán había compuesto las sinfonías 7 y 8, además de algunas sonatas para piano y violín, tríos para piano y cuartetos de cuerda.
El trabajo agotador, la sordera y otras enfermedades influían en el carácter social del músico, pero no en su creación musical; en eso coinciden todos los biógrafos.
La amistad entre los dos genios fue tensa. Beethoven decía que la obra de Goethe, especialmente Fausto, lo inspiraba para añadirle música, pero el dramaturgo criticaba el arte sonoro del músico de Bonn.