El Implacable VAR
¿Barcelona ya no da de comer al resto de equipos?
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
Actualizada:
Siempre se dijo que Barcelona SC era el único equipo que jamás podía descender. Los sabios del fútbol auguraban una catástrofe financiera de proporciones apocalípticas para la Serie A si Barcelona perdía la categoría, pues sin los 'canarios' se resentiría fuertemente el atractivo para acudir a los estadios.
Aucas, en sus mejores momentos (los fundacionales, cuando arrasaba en el provincial de Pichincha), también era un equipo mega-taquillero. Todos querían ver a esa espectacular colección de profesionales.
Por eso se ganó el apodo de 'Papá': a donde iba le llenaba el estadio al rival y daba de comer al resto de equipos. Aquel no era un apodo que reflejaba su superioridad deportiva, como puede pensarse, sino un símil de la obligación del cabeza de hogar de llevar el pan a casa.
Los tiempos han cambiado. Hoy, las taquillas apenas representan un pequeño porcentaje del presupuesto de los clubes. Llenar el estadio se quedó como un asunto festivo, de imagen institucional, pero ya no es indispensable.
La pandemia aceleró un proceso que ya se veía venir: la televisión y el streaming reconfiguraron las fuentes de ingreso de los clubes. Por eso, se ven cada vez más equipos sin hinchada relevante (Delfín, Orense, Independiente del Valle, Cumbayá...), pues ya ningún dirigente serio arma su presupuesto anual esperanzado en que Barcelona le llenará las gradas.
Al contrario, en estas épocas de inseguridad es casi un alivio jugar en estadios medio vacíos, sin tanta gente que deba ser protegida y controlada.
Esos clubes con pocos hinchas son empresas que invierten en jugadores para venderlos, que es la otra gran fuente de ingresos de estos tiempos. El último club en llegar es AV25, el invento de Antonio Valencia que va como una locomotora en su meta de llegar a la Serie B.
Tanto ha cambiado el panorama, que el equipo que más hinchas llevó a los estadios en la temporada de 2022 fue Emelec. Y estamos hablando de un 'Bombillo' que entraba en la decadencia y que auguraba el desastroso 2023 que estamos presenciando.
Podemos añadir que el streaming también ha impulsado la simpatía hacia los clubes del exterior, en detrimento de la fanaticada local. Por eso, la verdadera guerra por captar hinchas se libra en las redes y las transmisiones online, y no tanto en los estadios.
En conclusión, es verdad que Barcelona SC puede considerarse el único club ecuatoriano realmente nacional, con hinchas en cada ciudad. Pero ya no pasará gran cosa si cae a la Serie B.
Tampoco se pierde mucho (financieramente hablando) si Emelec desciende y el Clásico del Astillero no se juega un año. Mientras puedan verse sus partidos en el celular, ya no importa dónde estén.