El Implacable VAR
Barcelona SC, el botín político que ansía el correísmo
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
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La historia de Barcelona SC puede resumirse como una permanente trama de políticos disfrazados de dirigentes que pretenden usar al fútbol para sus delirantes planes. Y el duelo que estamos presenciando es una nueva batalla, en este caso de los correístas, para obtener este ansiado botín.
Por supuesto, sería una ingenuidad pensar que las actuales presiones que recibe el Ministerio del Deporte para inscribir al hermano del alcalde de Guayaquil como presidente de Barcelona son tácticas nuevas. Son acciones más descaradas y hasta cierto punto desesperadas, pero no hay novedad.
El club, todos lo saben, ha bailado al son de los políticos/dirigentes hegemónicos de turno. Ahí están los socialcristianos, partido nacido en la Sierra, fundado por serranos, pero que acabó atado al imaginario a Guayaquil por el fútbol. Jaime Nebot posee los cargos simbólicos de presidente vitalicio del partido y del club.
También están los -mal llamados- roldosistas, cuyo máximo jefe violó todo decoro al hacerse nombrar presidente del club cuando ya ejercía como Primer Mandatario. Todo fue un desastre, en el club y en el gobierno, aunque ahora el Loco que Ama se empeña en atribuirse éxitos imaginarios y encandila con mentiras sobre Maradona.
Luego, el equipo osciló entre el noboísmo y el correísmo, y lo único que incrementó en 20 años fue su pasivo, al punto que se salvó del descenso por deudas gracias al privilegio de ser el equipo "que da de comer a todos", algo que hoy ya no es cierto.
Hoy, el correísmo desea ardorosamente dirigir a Barcelona SC para atarlo a la gestión de la Alcaldía. Las presiones son intensas porque el tiempo apremia, pero no por los plazos deportivos para contrataciones y torneos, sino porque en este año serán las elecciones presidenciales de Ecuador y es urgente aceitar la campaña.
Por eso, ha dado hasta risa que un puñado de influencers, galanes, empresarios, políticos en desuso y hasta poetas se hayan tomado el nombre del PERIODISMO, así, con mayúsculas, para presionar por algo que, Dios los perdone, carece de legalidad.
En todo caso, hubiera sido más transparente que presionen en nombre de sus negocios, los cuales también parecen estar en juego, al juzgar por tanta vehemencia combinada con insensatez.
(Un paréntesis: Es extraño que a estas alturas las facultades no debatan sobre qué es, exactamente, el periodismo, un oficio desdibujado para el gran público y que necesita ser redefinido o, mejor dicho, reafirmado).
Y qué decir del mal uso de herramientas constitucionales para saltarse la ley del Deporte.
Lo más triste es que para BSC no parece no haber remedio inmediato. Si no son estos dirigentes, llegarán otros con las mismas o hasta peores agendas proselitistas. Mientras los socios sean calculadoramente políticos, Barcelona SC seguirá siendo el ídolo, pero de la partidocracia.