Con Criterio Liberal
Está bien bajar impuestos… pero mejor bajarlos más
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Yo soy un economista liberal. Por eso, en principio, estoy a favor de toda bajada de impuestos, y por eso creo que es una buena noticia la anunciada por el Gobierno de Lasso.
Ahora bien, es una bajada bastante desarticulada y claramente insuficiente.
Digo desarticulada, pues se bajan bastantes impuestos pero en una cuantía mínima. Uno de los principales problemas de Ecuador es la complejidad de su sistema impositivo.
Según los datos del Banco Mundial, el tiempo necesario para preparar y pagar impuestos (no para conseguir el dinero destinado a pagarlos, sino sólo para calcularlos y rellenar los formularios), en 2019 era de 664 horas al año (casi 14 horas a la semana); comparado con 296 horas en Chile, 260 en Perú ó 264 en Colombia.
Ecuador podría mejorar muchísimo simplificando impuestos, no hace falta ser como Luxemburgo (55 horas al año), pero sí como los países de nuestro entorno.
Sin embargo, la bajada de un céntimo, de 0,17 a 0,16 de impuesto a cada cigarrillo, no tendrá un efecto significativo ni en la venta de cigarrillos, ni en la recaudación, ni en la simplicidad tributaria.
Igual que con los impuestos a las fundas plásticas, cervezas (artesanal e industrial) o gaseosas.
Más pareciera que se quiere reducir los impuestos para decir que se reducen los impuestos que porque hay un verdadero compromiso para reducir impuestos.
De hecho, el grueso de la reducción es la del Impuesto a la Salida de Divisas al 2%, que viene dada por una sentencia de la Corte Constitucional, no por voluntad del Gobierno.
Tan es así que se anuncia que en 2023 se dejarán de recaudar USD 140 millones con esta reducción, cuando se ha anunciado también que en 2022 el Estado ecuatoriano recaudó unos USD 2.000 millones más que el año anterior, marcando un récord.
Es evidente que lo que se reduce en impuestos para 2023 es marginal en comparación con el aumento de impuestos de 2022.
El saldo neto no puede ser más claro: el supuestamente gobierno liberal de Lasso sube los impuestos a los ecuatorianos, ni los reduce ni los simplifica, los sube.
Y más allá de la retórica, esto es lo que cuenta y lo que tiene efectos.
Efectos, como el insuficientemente comentado dato de que la Inversión Extranjera Directa en Ecuador está en el nivel más bajo en 12 años, y eso significa que no hay ni creación de empleo ni confianza en el país en el mediano plazo.
Y que no hay confianza en Ecuador queda demostrado por el Riesgo País, que sigue en niveles de alrededor de 1.000 puntos.
En definitiva, es digna de celebrar toda reducción de impuestos, y es hasta exigible en un gobierno supuestamente liberal que hizo campaña por ello.
Pero los problemas económicos de Ecuador son graves y estructurales, y no se solucionan con reducciones marginales y de maquillaje, por más que se promocionen, pues la realidad es tozuda y la sufren los ciudadanos en sus carteras. Ahí no hay confusión posible.