Dato y Relato
Para aumentar el empleo se necesita…
Ph.D. en Economía Universidad de Boston, secretario general del FLAR y docente de la UDLA. Ex gerente general del Banco Central y exministro de finanzas de Ecuador, y alto funcionario de CAF y BID.
Actualizada:
…un poquito de gracia y otra cosita.
El aumento del salario básico unificado (SBU) ha desatado muchas críticas. Básicamente, el argumento central de los gremios empresariales es que disminuirá el empleo, incentivará la informalidad y afectará a los sectores intensivos en mano de obra.
Afirmaciones que carecen de respaldo empírico. Por ello, se recomienda realizar un estudio riguroso del impacto del este incremento sobre el empleo y la pobreza.
Esto es clave para orientar las decisiones en la futura política salarial, en especial ante la inminente subida del SBU en USD 25 cada año hasta llegar a USD 500 mensuales, como fue la promesa de campaña del presidente Guillermo Lasso.
Como en otros países, se podría encargar dicha evaluación a una institución de reconocido prestigio académico y experiencia. Un grupo técnico tripartito velaría por la calidad científica y la independencia del análisis.
Hay varias instituciones que podrían hacerlo, por ejemplo, la División de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sus hallazgos podrían ser fundamentales para zanjar la polémica y promover una cultura de toma de decisiones de política basada en la evidencia.
Más allá de este debate, la discusión medular debería ser cómo incrementar el empleo de calidad en el país.
Iniciativas para bajar los costos e ineficiencias laborales, tales como el pago excesivo de contribuciones parafiscales y pensionales o las restricciones a la contratación y al despido, reducirían el costo relativo del trabajo y contribuirían a incentivar el empleo.
Así como medidas que incrementen la productividad del trabajo, la calidad y pertinencia de la educación y la capacitación laboral, permitirían alcanzar mejores ingresos a los trabajadores y una mayor competitividad internacional.
Hay que adecuarse a las nuevas tendencias del trabajo y a la transformación tecnológica con mayor flexibilidad, sin descuidar la protección social de los trabajadores. Es decir, un modelo de 'flexi-protección'.
Todas estas gracias son necesarias para mejorar el funcionamiento de los mercados laborales y el empleo.
Sin embargo, se necesitará otra cosita, específicamente, "desplazar la curva de demanda de trabajo hacia la derecha".
Esto no se refiere a posiciones políticas, sino a cómo podemos expandir aquella producción nacional que implique mayor inversión en capital y trabajo.
Tal mecanismo es incluso más poderoso que cualquier calibración marginal de los costos laborales.
Si, por ejemplo, se multiplican las oportunidades para aumentar las ventas de una empresa existente o para crear una nueva, entonces se incrementarán las nuevas contrataciones, incluso si el país carece de un marco laboral ideal.
En consecuencia, si bien una reforma al mercado laboral es crítica, la prioridad en el corto plazo es hacer que la curva de demanda de trabajo se desplace.
Habría varias iniciativas para conseguirlo. Destacaría tres:
- Acceso a mercados, es decir, una agenda externa para llegar a acuerdos comerciales con más países y más productos. Requerirá una agenda interna complementaria para desarrollar las capacidades comerciales y productivas y la articulación a las cadenas globales de valor, especialmente de las pymes.
- Promoción de inversiones nacionales y extranjeras, en especial en sectores de mayor valor agregado, sostenibilidad y empleo. Más que en exenciones tributarias o subsidios a créditos o insumos, esta estrategia debería estar centrada en condiciones de estabilidad, seguridad y competitividad del entorno productivo.
- Provisión de bienes públicos básicos, como sanidad agropecuaria, servicios de infraestructura y logística a través de asociaciones público-privadas, así como la reducción y la digitalización de trámites, que mejoren la transparencia y el ambiente para hacer negocios.