El Implacable VAR
Aucas y Barcelona, dos ídolos opuestos y un mismo título
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
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Aucas, el 'ídolo capitalino', está muy cerca de ganar su primera corona de la Serie A. El destino, siempre travieso, quiere que el rival sea Barcelona, el'ídolo del Astillero'. Será un choque de ídolos, inédito y, con seguridad, emotivo.
Aucas y Barcelona exhiben algunas similitudes. Ambos juegan de amarillo. Ambos tienen un germen extranjero en su fundación. Y los dos lograron el cariño de una gran masa de aficionados para convertirse en equipos populares en sus respectivas ciudades. Ídolos.
Los caminos que tomaron esas idolatrías, sin embargo, fueron diferentes.
Barcelona ganó tanto que expandió su influencia hacia todo el país, al punto que se lo considera el único equipo verdaderamente nacional en un Ecuador que se ha desarrollado en medio de la disputa entre Costa y Sierra.
Aucas siempre fue quiteño, no más.
La Serie A se ha jugado 64 veces, incluida la presente temporada, pero Aucas solo ha estado en 41 ocasiones y jamás fue campeón. Ni siquiera quedó segundo.
Barcelona, en cambio, participó en todos los campeonatos y fue campeón 16 veces, con 12 subtítulos.
La rivalidad deportiva de Barcelona, además de la que sostiene con Emelec en su patio, ha sido con El Nacional (siglo XX) y Liga de Quito (siglo XXI). Aucas nunca ha estado en el retrovisor de los canarios.
Los estadios también son diferentes, pues el de Barcelona BSC se construyó para ser el más grande del país, mientras que el de Aucas es más pequeño que el Olímpico Atahualpa y el Rodrigo Paz, de Quito.
Barcelona ha jugado dos finales de la Copa Libertadores; Aucas recién participará en ese torneo en 2023. Barcelona, que inspira toneladas de mercancías, incluso afectó al lenguaje cotidiano, tanto en frases positivas:
-¡Hay que ganar a lo Barcelona!
Como negativas:
-Me jugaron Barcelona.
Mientras que el gran lema de "¡Aucas, Marañón o la guerra!" ya ha quedado desactualizado.
Aucas, sin embargo, está ante la gran oportunidad de saborear, por fin, el triunfo absoluto y ante su tocayo de apodo.
Y aunque falle en el peldaño decisivo, este año sus hinchas han demostrado que Aucas es un ídolo futbolístico tan legítimo como Barcelona.
Porque es fácil rezarle al santo que hace milagros. Lo difícil y admirable es rezarle toda una vida al que hizo del sufrimiento el pan de cada domingo.