Leyenda Urbana
Abad en Carondelet y Veloz en la Asamblea, un dantesco probable escenario político
Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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El infierno que Dante Alighieri describe en la Divina Comedia le debe parecer al Gobierno de Daniel Noboa el destino apropiado para la mayoría opositora de la Asamblea Nacional que, al negar el permiso para que la Función Judicial enjuiciara penalmente a la vicepresidenta, Verónica Abad, habría franqueado su acceso directo a la Presidencia de la República, por el tiempo que el primero mandatario realice la campaña electoral.
El único dilema que debe tener Carondelet es a cuál de los nueve círculos del infierno de Dante los envían.
En algo así debían haber estado divagando en el Ministerio de Gobierno para emitir un insensato comunicado en el que hablaron de "un sucio pacto político", y de que “la troncha política quedaba en evidencia (…)", que mereció la respuesta inmediata y por separado de las tres mayores fuerzas parlamentarias, dejando en claro que las líneas de contacto entre el Ejecutivo y la Asamblea se han debilitado al máximo cuando no fracturado, irremediablemente.
Esto quiere decir que, a más del demoledor golpe político que la decisión de la Asamblea ha significado para Carondelet, el Gobierno ha perdido a sus aliados.
Todo esto ocurre cuando los nombres de quienes estarían en la papeleta electoral de 2025, junto al presidente Noboa, han empezado a ser mencionados, y los partidos y movimientos buscan distanciarse del Gobierno para empezar a animar la precampaña.
Son momentos de gran complejidad, durante los cuales es aconsejable que los estrategas del oficialismo se serenen, no solo porque una exhibición de soberbia ofendida podría delatar desconocimiento de las artes para gestionar un país en crisis, sino porque pretender mostrarse como víctimas de los adversarios y, en paralelo, creerse con derecho a descalificarlos, no cuadra con la imagen de renovación política que dicen encarnar, más allá de que lo etario es visible para todos.
Mejor sería aprovechar el delicado momento para reflexionar y concluir que una apuesta por la democracia de los likes en las redes, a la hora de la verdad, puede resultar un banal ejercicio porque, aunque vivimos en lo que Bauman llama una sociedad líquida, en las democracias la gobernanza se gestiona solo con acuerdos legítimos y con votos en el Legislativo.
En pocas semanas, Noboa ha perdido a los aliados parlamentarios que le aprobaron cinco leyes económicas urgentes; pero no se puede olvidar que fueron producto de un acuerdo político que significó entregar la Presidencia de la Legislatura al Partido Social Cristiano (PSC), y la presidencia de las Comisiones de Fiscalización y la de Justicia -con mayoría propia incluida- al movimiento correísta Revolución Ciudadana, además del control del CAL.
Hoy, todo es diferente.
Apenas 25 días atrás, el 24 de mayo, el panorama pintaba de colores para Noboa cuando se dio un baño de masas, luciendo gafas y zapatos extravagantes, con la certeza de que las encuestas le otorgaban más del 60% de apoyo a más de contar con movimiento político propio, luego de que el CNE legalizara a ADN.
A la fecha, Noboa, que pronto será el presidente/candidato, ha recibido un golpe certero para sus perspectivas electorales. Y no es que haya aparecido un rival potente y con buenas cifras que le haga calor -porque hasta ahora él sigue teniendo la mayor opción-, sino que ha perdido músculo político.
Que el PSC haya pensado en Henry Kronfle como potencial candidato presidencial representa otro revés electoral para Noboa, no solo porque en la Asamblea habrá perdido al ejecutor de sus estrategias; sino que podría convertirse en un rival que le dispute los votos de un mismo sector social.
Ese sector que se consideraba le pertenecía por entero a Noboa después de que Jan Topic desistiera de su candidatura.
Konfle parece haberse tomado en serio su probable postulación, al punto de que, en la misma convención del PSC, en Guayaquil, mandó un puyazo al decir que: “mientras unos sigan bailando en TikTok, nosotros vamos a ponernos a trabajar por este país para cambiarlo”.
La nominación de Kronfle debe tener estresado al entorno de Noboa, consciente de que para él implica renunciar a su curul en la Asamblea Nacional (optaría por cargo distinto al actual), lo que significa dejar al frente del primer poder del Estado a la vicepresidenta, Viviana Veloz, del correísmo.
Solo de imaginar a Verónica Abad en la Presidencia de la República y a Viviana Veloz en la Presidencia de la Asamblea, con un país enfrentado al crimen organizado, sin empleo, violentado y endeudado, debe tener a muchísima gente al borde de un ataque de nervios.
La propia Abad se ha encargado de poner al país bajo alerta al hacer absurdos anuncios como que bajaría el IVA, revisaría los acuerdos con el FMI y otras insensateces, fruto de su inexperiencia y audacia a la vez.
Pero no es todo.
Que Construye haya sido ratificado como movimiento político y que se apreste a participar con candidato presidencial propio o en alianza, sabiendo que reivindicará el anti-correísmo, debe mover el piso y la estrategia electoral al presidente/candidato, porque él habría pretendido presentarse así en la campaña. ¡En fin!
Verónica Abad en la Presidencia, luego de que el viceministro de Gobierno, Esteban Torres, dijera que “sería nefasto que asuma el poder”, y Viviana Veloz en la Asamblea Nacional, no se le habría ocurrido a nadie en Ecuador.
Semejante escenario para el Ejecutivo debe ser una pesadilla política que le lleve a desear que quienes lo propiciaron merecen el círculo infernal de mayor suplicio de los que imaginó Dante Alighieri.
Probablemente, aquel en el que ubicó al mismísimo Lucifer.
¿Qué cree Ud.?