El Implacable VAR
¿El escándalo de las apuestas en Brasil se extenderá a Ecuador?
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
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Por alguna razón, en Ecuador no se habla ni se toma muy en serio lo que está pasando en Brasil con respecto al escándalo de las apuestas deportivas. Los medios ecuatorianos lo están mirando como algo anecdótico, exótico, una posibilidad que no llegará acá. Es imposible, se dirá, pues los ecuatorianos jamás aceptarían sobornos.
Quizás la razón de que este escándalo no sea un tema prioritario radique en que las casas de apuestas online (llamadas acá de 'pronósticos' para reírse de la ley) están muy bien posicionadas en el fútbol de Ecuador. Pero, justamente por eso, porque su influencia ha crecido sin control, hay que mirar con mucha atención lo que está ocurriendo en Brasil.
La justicia del gigante sudamericano sospecha que jugadores de clubes importantes aceptaron dinero para satisfacer a los apostadores. La investigación se llama 'Pena Máxima' y abarca a integrantes de Santos, Juventude, Curitiba, América MG, Palmeiras, Paranaense y Botafogo.
Actualmente, se lleva adelante una minuciosa investigación a 13 partidos de 2022. Mientras tanto, ya hay jugadores despedidos de sus clubes porque están salpicados de sospechas, aunque algunos alegan inocencia. El ecuatoriano Bryan García, refuerzo del Paranaense, ha sido echado del equipo.
Más de medio centenar de jugadores, brasileños y extranjeros, están citados para declarar. El ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, incluso teme que existan repercusiones internacionales. Los dirigentes están rezando para que la lista de involucrados no aumente y para que, por amor de Dios, no aparezcan árbitros en las listas de sobornados. Eso sería devastador.
El problema es enorme porque en las casas de apuestas se puede 'pronosticar' de todo. No solamente resultados y campeonatos, sino acciones del juego, como tiros penalti y tarjetas. Todo es sujeto de ser apostado. Por consiguiente, el jugador es tentado a corromperse, como el caso de Romario Hugo dos Santos, Romarinho, quien aceptó un soborno para cometer una falta penalti.
Por eso, aunque también por un tema de salud pública, en otros países se están poniendo límites a las casas de apuestas. En Ecuador no hay que esperar a que se desate un escándalo como el de Brasil para imponer un control que vaya mucho más allá del pago de impuestos. Pero les apuesto lo que sea que no se hará nada hasta que sea muy tarde.