Economía y Desarrollo
Pobreza multidimensional
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
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La pobreza es una situación de carencia o desigualdad extrema, es decir que una persona tiene un nivel de vida indigno. La pobreza es multidimensional, las medidas de ingreso o consumo que son coyunturales no dan cuenta de la situación que se vive en situación de pobreza.
El Ecuador aprobó en el año 2015 la medición del índice de pobreza multidimensional, definiendo a la pobreza como la privación de derechos establecidos en la Constitución, y generó en base a la Encuesta Nacional de Empleo (Enemdu) la serie estadística desde el año 2009.
Siguiendo la metodología de Alkire y Foster, propuesta por la Iniciativa de la Universidad Oxford sobre Pobreza y Desarrollo Humano (OPHI, por sus siglas en inglés), se establecieron cuatro dimensiones con igual ponderación, que incluyen 12 indicadores.
De esta manera se identifica el número de carencias que sufre un hogar en el Ecuador, asignándoles un peso a cada una de ellas; y se define como pobre, siguiendo la recomendación de OPHI, a un hogar si sus carencias son mayores al 33,3%, o un tercio.
El porcentaje de personas que viven en hogares en situación de pobreza multidimensional se redujo del 51,5% en 2009 a 34,6% en 2017. En 2018 este indicador aumentó a 37,9%, lo que representa 6,4 millones de personas. En el área rural la pobreza multidimensional alcanza al 67,7% de las personas.
La dimensión que explica en mayor medida la pobreza multidimensional es “trabajo y seguridad social”, seguida de “educación” en el área urbana y de “hábitat, vivienda y ambiente sano” en el área rural.
En cuanto a los indicadores (ponderados) la mayor contribución a la pobreza multidimensional, a nivel nacional, es el de “desempleo o empleo inadecuado”; en el área urbana la “no contribución al sistema de pensiones”, y en el área rural el vivir “sin servicio de agua por red pública”.
La meta 1.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es “reducir a la mitad el porcentaje de personas que viven en la pobreza en todas sus dimensiones”.
Por su parte el Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021 establece reducir el porcentaje de personas que viven en hogares en situación de pobreza multidimensional al 27,4%.
Para alcanzar estas metas es imprescindible priorizar inversión pública para ampliar la cobertura y calidad de agua segura a todos los hogares, en especial en zonas rurales, y cerrar el déficit de vivienda; ampliar la cobertura de la seguridad social para garantizar el acceso a una pensión digna a todas las personas; y sostener el empleo de calidad.
Sin embargo, la inversión pública se ha reducido, ha aumentado el desempleo y la informalidad, y se reduce la cobertura de la seguridad social.
Cumplidos 100 días de posesionadas las autoridades locales electas, y a la espera de un proyecto de ley económica urgente por parte del Gobierno Nacional, la demanda es que, en lugar de aumentar beneficios a grandes empresas, se establezcan medidas urgentes para la reducción de la pobreza multidimensional.
Si no se lo hace el país corre el riesgo de incumplir tanto los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como una meta del Plan Nacional de Desarrollo (cuya observancia es obligatoria).
Lo grave de ese incumplimiento es tener a 6,4 millones, o más, de ecuatorianos en condiciones de pobreza.