Con Criterio Liberal
El alza del salario básico y el empleo adecuado
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
Actualizada:
El Gobierno ha anunciado una subida del salario básico de USD 25 a USD 450 al mes.
Lo fácil para mí sería escribir esta columna, alegrándome con expresiones como "salario digno", y exigiendo al Gobierno que lo suba todavía más, como han hecho tantos, señalando que no alcanza para cubrir una canasta básica.
A pesar de que la política se ha convertido en un ejercicio de exhibición de buenas intenciones sin necesidad de considerar la realidad y las consecuencias de lo declarado; la realidad es tozuda y las leyes económicas inexorables.
Y la realidad es que en Ecuador sólo tiene empleo adecuado un 34% de los ciudadanos.
Esta subida afectará tan sólo a los 215.000 trabajadores que cobran el salario básico en el sector formal. Pero hará que sea más complicado para 5,7 millones de personas que no tienen un empleo adecuado el encontrarlo, pues ahora es más caro contratar.
Cuánto más caro salga, algo menos se adquirirá de eso. Esta es una obviedad económica que no se puede negar.
Y cuanto más caro salga contratar, menos personal se contratará. Peor en una economía estancada como la ecuatoriana.
Aunque el empleado recibe USD 450 cada mes, al empleador le cuesta USD 622 mensuales el contratar.
De esa diferencia de USD 172, corresponden al decimotercero y decimocuarto salarios USD 75 y otros USD 97 a los impuestos que gravan la contratación.
Pero el promedio de ingreso laboral en Ecuador es de USD 308 al mes, mucho menos que el salario básico, pues la mayor parte de los trabajadores no está en el sector formal y se gana la vida como puede en los distintos trabajos que va encontrando.
Cuanto más se sube el salario básico, más grande se hace esa brecha entre la realidad de la mayoría y esa realidad paralela de la burocracia, los políticos de soflamas rimbombantes y los teóricos bien intencionados que reclaman aún mayores alzas.
La mayoría de quienes tienen esos ingresos tan por debajo del salario básico probablemente preferiría tener un empleo formal, así sea con los mismos ingresos, pero con garantías de cobrar lo mismo mes a mes y cotización a la seguridad social.
Pero los sucesivos aumentos del salario básico ponen cada vez más complicado ese acceso a una vida un poco menos difícil.
Claro que a mí me encantaría que en Ecuador hubiese no sólo salarios más altos, sino mucho más empleo adecuado.
Pero para lograrlo hay que cambiar la conversación hacia lo importante: cómo se puede crear más empleo. Porque además, a mayor empleo, este será más escaso relativamente y, por tanto, los empleados podrán cobrar más.
La ecuación es bien sencilla: El empleo adecuado lo crean las empresas, entonces cuantas más trabas se ponga a la creación y expansión de las empresas, menos empleo habrá.
Y durante este Gobierno apenas se han reducido los absurdos trámites burocráticos que dificultan la función empresarial, además se han subido los impuestos en un año que ha crecido un 4% la inflación.
Todo esto sumado al riesgo país y a las altas tasas de interés, pero sobre todo la falta de confianza en el futuro de la economía, hace casi imposible que se generen nuevos empleos, condenando a cada vez más ciudadanos a una desesperante precariedad.
Esta situación no se va a solucionar ni con buenas intenciones, ni con teorías económicas alejadas de la calle, ni con declaraciones altisonantes; sino con medidas eficientes que hagan más atractivo Ecuador para la inversión y la creación de empleo.